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2.1 El proceso de hominización en
la Península Ibérica: nuevos hallazgos.
Los
recientes hallazgos arqueológicos en la Península Ibérica,
concretamente en la Sierra de Atapuerca (Burgos), han puesto al
descubierto un conjunto de restos de seres humanos que vivieron hace
aproximadamente 800.000 años, y que han sido aceptados, por la
comunidad científica, como una nueva especie a la que han llamado
Homo antecessor (explorador), y que proviene de un antepasado
emigrado desde África, probablemente el Homo Ergaster.
También
en el yacimiento de Atapuerca se han encontrado individuos
pertenecientes al Homo Heildelbergensis, con una antigüedad de
350.000 años. De su sucesor, el Homo neanderthalensis, se han
encontrado estos de 45.000 a 35.000 años de antigüedad, en El
Sidrón (Asturias), Sima de las Palomas (Murcia), Cova Negra
(Valencia), Banyoles (Girona), entre otras. La llegada a Europa del
Homo Sapiens tuvo lugar hace unos 40.000 años, también desde
África.
Durante
todo el Paleolítico, los pobladores peninsulares eran depredadores y
su supervivencia se basaba en la caza, la pesca y la recolección de
frutos. Eran nómadas, ya que se desplazaban siguiendo a los rebaños
de animales o buscando condiciones o buscando unas condiciones
climáticas favorables. Presentaban una organización social
colectiva y vivían en pequeños grupos, sin una clara jerarquización
social.
Las pueblos
pre-romanos. Colonizaciones: fenicios, griegos y cartagineses.
Desde
los inicios del primer milenio hasta la conquista romana, en la
Península Ibérica se fueron configurando dos zonas culturales
diferentes. En las costas este y sur se situaban los íberos, muy
influenciados por el contacto de las colonizaciones púnica y griega;
y en el resto de la península se situaban los celtas, los cuales se
vieron afectados por las migraciones indoeuropeas.
Los
pueblos celtas tenían una economía autsuficiente, basada en la
ganadería y la agricultura, con un comercio muy escaso. No obstante,
dominaban la cerámica y la metalurgia del hierro y del bronce. Su
organización social era tribal y no conocían la escritura.
Por
su parte, los pueblos íberos tenían una economía más
diversificada debido fundamentalmente al intercambio comercial con
fenicios, griegos y cartagineses. Conocían la escritura y su
organización social se basaba en la tribu, aunque con cierta
jerarquía social (aristocracia guerrera, etc.). El pueblo íbero que
más se desarrolló en este aspecto fue Tartessos, en el cual se
llegó a instaurar una monarquía hereditaria que controló un amplio
territorio.
Los
pueblos colonizadores fundaron colonias por toda la costa
mediterránea penínsular desde donde establecían contactos
comerciales y culturales con los íberos. Estas colonizaciones fueron
iniciadas por los fenicios, que eran originarios de Palestina, los
cuales fundaron ciuadades como Gadir (Cadiz) o Malaca (Málaga). Los
griegos también fundaron ciudades como Emporion (Ampurias) o Rhode
(Rosas). Los cartagineses eran originarios de una antigua colonia
fenicia, llamada Cartago (actual Túnez), y
al conquistar Alejandro Magno las tierras fenicias de Palestina (332
a.C.), ellos tomaron el relevo de su
antigüa metropolí en el Mediterráneo, y en la Península Ibérica
fundaron por ejemplo Cartago Nova (actualmente Cartagena), su
presencia duró hasta su derrota en la 2ª Guerra Púnica.
2.3. Conquista y
romanización: La pervivencia del legado cultural romano en la
cultura
hispánica.
La
conquista de la Península Ibérica se realizó en diversas etapas:
La
1ª etapa (218-197 a.C.) se produjo dentro del escenario general de
la 2ª guerra púnica entre Roma y Cartago. Finalmente, los romanos
consiguieron expulsar a los cartagineses y dominar la costa
mediterránea y el sur peninsular.
La
2ª etapa (197-133 a.C.) se centró en la Meseta, cabe destacar la
feroz resistencia de lusitanos (Viriato) y celtíberos (Numancia).
La
3ª etapa (29-19 a.C.) se centró en la cornisa cantábrica cuando se
sometieron las belicosas tribus de cántabros y astures, con lo que
se dió por finalizada la conquista de la Península.
La
península ibérica fue uno de los territorios más romanizados del
Imperio ya que fundaron numerosas ciudades (Caesaraugusta, Emerita
Augusta, etc.) conectadas por una excelente red de calzadas (Vía de
la Plata, Vía Augusta, etc.) y dotadas de unas infrastructuras
públicas de gran calidad (acueductos, puentes, foros, templos,
etc.). Además, todas las lenguas penínsulares excepto el vasco
descienden del latín y el derecho romano todavía se estudia en
nuestras universidades. También hay un legado más intangible como
las aportaciones que realizaron en agricultura, navegación,
artesanía, e incluso en la administración pública, ya que fueron
los primeros en dividir la Península en provincias.
2.4.
Las invasiones bárbaras. El reino visigodo: Instituciones y cultura.
Los
pueblos germánicos invadieron e hicieron desaparecer el Imperio
Romano de Occidente en el 476 d.C., y en su lugar se formaron una
gran cantidad de reinos independientes. Algunas invasiones bárbaras
las ciudades romanas supuso una ruralización de la sociedad hispana
y una caída del comercio.
A
Hispania, llegaron los visigodos después de haber sido autorizados
por el Imperio Romano para asentarse en el sur de la Galia para
frenar las invasiones de los pueblos bárbaros que asolaron Hispania
en el 409 d.C. No obstante después de la caída de Roma, el pueblo
de los Francos obligó a los visigodos trasladarse a la Península
Ibérica. En poco menos de un siglo, los visigodos lograron una
notable unificación territorial, política, religiosa y política de
la Península Ibérica.
Los
visigodos expulsaron a los bizantinos bajo el reinado de Leovigildo
(572-586) y Recaredo (586-601), adoptaron el latín como lengua y el
cristianismo como religión. Dominado la mayoría del territorio
peninsular, establecieron su capital en Toledo, y estructuraron una
monarquía basada en una serie de instituciones de gobierno como el
“Aula Regia” y los “Concilios de Toledo” que sirvieron como
órganos asesores del rey. Recesvintto (653-672) promovió una ley
que igualaba a la población hispanorromana y a los visigodos frente
a la justicia, el llamado Fuero Juzgo o Liber Iudiciorum.
- Evolución política: Conquista, Emirato y Califato de Córdoba.
En
el año 711, un ejercito musulmán formado básicamente por bereberes
venció en la batalla de Guadalete al último rey visigodo (Don
Rodrigo) e inició la conquista de la Península. Hacia el 718,
solamente quedaba la cornisa cantábrica fuera del dominio musulman.
La nobleza visigoda que traicionó a Don Rodrigo pactó la sumisión
y el pago de tributos a cambio de conservar sus tierras, y los que
no quisieron someterse, se refugiaron principalmente por la montañas
astures, gallegas y cántabras.
Entre
el 714 y el 756, Al-Andalus fue un Emirato dependiente de Damasco,
que sufrió notables crisis internas, como la Revuelta Bereber del
740. Los bereberes estaban muy descontentos debido a que la
aristocracia árabe se había apropiado de la mayor parte del botín
de guerra, tuvieron que venir tropas desde Damasco para sofocarla,
las cuales años después ayudaron a Abderramán I a convertir
Al-Andalus en Emirato independiente (756-929), se llamó así porque
Abderraman I rompió relaciones de dependencia con el califa abbasí.
Más adelante, Abderramán III después de pacificar varias revueltas
internas en Al-Andalus y mantener a raya a los reinos cristianos del
norte, se sintió con suficiente fuerza como para declarar su
independencia religiosa y proclamó el Califato de Córdoba
(929-1031), aunque fue el periodo de mayor esplendor cultural y
económico las tensiones internas entre árabes, bereberes y muladíes
no desaparecieron, y a raiz de la muerte de Almanzor, en 1002, el
califato entró en un periodo de disgregación, hasta su desaparición
final, en 1031.
- La crisis del siglo XI. Reinos de taifas e imperios norteafricanos.
En
1031, debido por un lado a las tensiones internas entre árabes,
bereberes y muladíes, y por otro a la ilegitimidad dinástica de los
sucesores de Almanzor, el califato se disgregó en 30 Reinos de
Taifas. Esta situación la supieron aprovechar los reinos cristianos,
y en 1085 el rey castellano Alfonso VI conquista la Taifa de Toledo,
ante esta situación algunos reyes musulmanes lanzaron una petición
de ayuda a los Almoravides que dominaban gran parte del norte de
África.
Los
Almorávides, y después los Almohades obtuvieron importantes
victorias, pero acabaron sucumbiendo debido, por un lado, al
descontento de gran parte de la población andalusí, la cual
interpretaba la religión islámica de una manera más flexible, y
por otro lado, a la presión de los reinos cristianos penínsulares.
En
1212, la batalla de las Navas de Tolosa fue un punto de inflexión
que desequilibró el balance de fuerzas a favor de los reinos
cristianos, a partir de esta fecha el proceso de Reconquista se
aceleró fuertemente, dejando a los musulmanes, hacia el 1265,
recluidos en el Reino de Granada.
- La organización económica y social.
Al-Ándalus
tuvo una economía muy diversificada para su época.
La
agricultura alcanzó
gran desarrollo gracias a la introducción de nuevas técnicas de
regadío (norias, acequias) y nuevos cultivos como el arroz, la
naranja, la caña de azúcar y el algodón en los valles del Ebro,
Guadalquivir y Segura.
En
las grandes ciudades (Córdoba, Sevilla, Toledo, etc.) florecieron
las actividades
artesanales, con
talleres de productos textiles, cerámica y artículos de lujo (seda,
vidrio)
El
comercio
tuvo
gran importancia, gracias a la situación geográfica de la
Península, que permitía controlar la llegada a Europa de productos
africanos (oro, marfil, especias, esclavos, etc.)
En
cuanto a la sociedad podríamos esrtucturarla de la siguiente manera.
Los
árabes eran minoría, pero controlaban la riqueza (tierras) y los
cargos políticos y militares.
Los
bereberes (musulmanes norteafricanos) y los muladíes
(hispano-visigodos convertidos al Islám) formaban los grupos más
numerosos, y aunque tuvieron una posición privilegiada en la
sociedad se quejaban de los privilegios de la minoría árabe.
Judíos
y mozárabes, que vivían preferentemente en las ciudades, debían
pagar impuestos por no ser musulmanes.
Los
esclavos ocupaban el último escalón social; muchos eran de origen
europeo (eslavos).
En
resumen, la sociedad andalusí era muy compleja y las tensiones
sociales entre los diferentes grupos sociales fue una constante.
- El legado cultural de Al-Andalus.
El
mayor esplendor cultural del Islám en España se inicia a mediados
del Siglo IX y durante el siglo X ( época del Califato ) se conoció
un esplendor cultural en consonancia con el político y económico.
El clima de libertad intelectual, propiciada por los califas,
convirtió a Córdoba en un centro cultural de primer orden.
Además,
Al-Andalus fue la vía de transmisión a Occidente de la ciencia
griega y de gran parte de la indú, que habían sido recuperadas y
desarrolladas por los árabes. (sistema de numeración de origen
indio, valor del cero, etc.) Este conocimiento proporcionó a los
reinos cristianos penínsulares un conocimiento, del que no pudieron
disfrutar otros reinos europeos hasta siglos más tarde.
Con
la caída del califato, el declive político de los taifas no provocó
su decadencia cultural, sino todo lo contrario: las principales
cortes compitieron en la práctica del mecenazgo y el fomento de las
artes y de las ciencias. Sevilla
fue famosa por sus poetas, Zaragoza, por sus astrónomos, Toledo, por
sus científicos. En este período Ibn Hazam escribió “ El collar
de la paloma “, uno de los mejores tratados sobre el amor de la
literatura universal.
Durante
el periodo Almorávide surgieron en el siglo XII grandes pensadores
Averroes (filosofía), Al- Idrisi (Geografía) y el judío Maimonides
(filosofía y medicina). Sin embargo, los almohades con su rigorismo
e intolerancia religiosa impusieron una seria limitación al
pensamiento.
Aparte
de conocimientos, los musulmanes también dejaron su impronta en la
lengua castellana, que contiene un gran número de palabras de origen
árabe, así como multitud de topónimos. Finalmente, citar
brevemente algunas de las cumbres del legado artístico andalusí,
como: la mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada o la Aljafería
de Zaragoza.
3.5.
La mezquita y el palacio en el arte hispano-musulmán.
El arte
islámico en la Península Ibérica presenta generalidades comunes al
resto del mundo musulmán. Su inspiración es religiosa, las artes
figurativas tienen poca importancia por la prohibición de
representar seres animados y la arquitectura, de gran relevancia, se
levanta con materiales ligeros (uso del ladrillo vidriado) con
austeros exteriores y opulentos interiores.
Las principales
manifestaciones artísticas fueron la mezquita y el palacio. La
mezquita fue el principal edificio religioso musulmán y la más
sobresaliente de Al-Andalus fue, sin duda, la de Córdoba, levantada
por Abd al Ramán I
en el siglo VIII y ampliada en numerosas ocasiones hasta el siglo X (
Al- Mansur). Novedoso en ella son los arcos superpuestos para elevar
la nave ( arcos de herradura en el inferior y de medio punto en la
parte superior) y la decoración del mihrab y la habitación anterior
a este, llamada maxura y reservada para la oración del califa y su
familia. Además de la mezquita de Córdoba, conservamos la mezquita
llamada del Cristo de la Luz, en Toledo y el minarete almohade ( La
Giralda)y el Patio de los Naranjos en Sevilla, que hoy forman parte
de la Catedral.
En cuanto a la
arquitectura civil, podemos hablar del palacio y la alcazaba. El
palacio por definición fue Medinat-al-Zahra, ciudad palacial a las
afueras de Córdoba construida por Abd al Ramán III y resumen del
lujo y la finura de esta cultura. Otra construcción destacable es la
Aljafería de Zaragoza, ciudadela-castillo omeya de origen sirio y
las alcazabas de Málaga y Almería. De la época nazarí se debe
destacar el conjunto de la Alhambra y los jardines del Generalife en
Granada. Palacio-fortaleza del siglo XIV, en el que el uso del agua y
la naturaleza como elementos decorativos arquitectónicos es
sobresaliente.
- Los reinos cristianos en la edad media: Los primeros núcleos de resistencia cristiana
Los
primeros núcleos de resistencia cristiana aparecieron en las zonas
montañosa del norte (sistema Cantábrico y Pirineos), zonas sobre
las que los musulmanes no tuvieron nunca demasiado interés, debido a
al clima (frio y lluvioso) y a lo accidentado del terreno.
El
primero en aparecer fue el núcleo astur, en el siglo VIII, liderado
por el “rey” Pelayo, cuyas noticias se remontan a la batalla de
Covadonga en el 722.
La
consolidación del reino se alcanzó a principios del siglo X cuando
capital pasó de Oviedo a León (reino Astur-leonés). Al este de
este territorio, se formará el condado de Castilla, dependiente del
reino Astur-leonés, pero con mucha autonomía debido a que tenía
que defender la zona más peligrosa del Reino (Llanada alavesa).
En
la zona oriental aparecieron otros tres núcleos, en las zonas
montañosas entre los Pirineos y los Prepirineos. Todos ellos
estuvieron relacionados de una u otra forma con los intereses del
reino franco de establecer un territorio “tapón” entre ellos y
Al-Ándalus.
El
núcleo de Pamplona, que más adelante pasará a llamarse reino de
Navarra, tiene sus inicios con la familia de los Arista (Iñigo
Arista) que se apoyó en el poder de la familia de los Banu Qasi del
valle del Ebro para prescindir de la tutela de los francos y crear un
territorio independiente.
En
la zona del Pirineo medio existieron tres condados (Jaca, Sobrarbe y
Ribagorza), relacionados con el poder franco, pero en el s X. se
uniran al reino de Navarra, temporalmente.
El
reino franco si estableció un control más efectivo sobre los
llamados Condados Catalanes, de estos el principal fue siempre el de
Barcelona, que con frecuencia dominaba a los otros. Desde mediados
del siglo VIII cuando el reino franco dio muestras de decadencia
actuaron como independientes, esto fue más evidente a partir de
fines del siglo X.
4.2
Principales etapas de la Reconquista.
La
Reconquista, término que hace referencia a la recuperación el
territorio del antiguo reino visigodo perdido con la invasión del
711, fue un proceso largo y discontinuo, unido, mas bien, a los
momentos de debilidad de Al-Ándalus.
Podemos
distinguir cuatro grandes etapas:
-
Desde el 722 (Batalla de Covadonga) hasta el 1085. Se
trata de la etapa de mayor poderío musulman
y los avances fueron modestos. El reino Astur-leonés ocupó el
“desierto” del Duero y el reino de Navarra se extendió por la
zona de la Ribera y de la Rioja.
El rey Sancho III de Navarra, muerto en 1035, mantenía bajo su
poder al condado de Castilla y a los condados aragoneses. Su
testamento dará lugar a la aparición de dos reinos nuevos Castilla
y Aragón (Fernando I y Ramiro I). La
desaparición del califato en 1031 y la desmembración de Al-Ándalus
en reinos taifas, muy débiles militarmente, supondrá el avance de
los diferentes reinos cristianos: Castilla-León y Aragón-Cataluña.
-
Alfonso VI de Castilla conquistará Toledo en 1085
(además de extenderse por el este a costa de repartirse el reino de
Navarra con Aragón). La
bajada de la línea de Al-Ándalus al Tajo provocó el miedo de los
reinos taifas y el rey de Sevilla pedirá ayuda al Imperio almorávide
que dominaba en el norte de África. La aparición de los almorávides
frenará el avance conquistador (1090-1145).
Por
su parte Alfonso I de Aragón conquistará Zaragoza, Daroca y
Calatayud lo que significa que traspasó la línea del Ebro. Los
avances en la zona oriental se vieron favorecidos por la unión con
Cataluña a través del matrimonio de la hija de Ramiro II con Ramón
Berenguer IV, conde de Barcelona.
Los
almorávides perdieron su poder en el norte de África a manos de los
almohades que también pasarán a Al-Ándalus y pusieron fin a los
segundos reinos taifas, surgidos al desaparecer el poder almorávide.
-
La derrota de los ejércitos almohades en las Navas de Tolosa en 1212
dio inicio a la gran etapa reconquistadora del siglo XIII. Los reyes
artífices de esta expansión serán Fernando III y, en menor medida,
su hijo Alfonso X por el reino de Castilla y Jaime I el Conquistador
por la Corona de Aragón.
Ambos reinos habían pactado previamente los territorios a conquistar
(tratado de Cazorla en 1179) y sus zonas de actuación para evitar
guerras entre ellos lo que podría poner en peligro sus intereses (la
corona de Aragón se reservó los territorios de Valencia y Mallorca
solamente).
-
A partir de finales del
siglo XIII el Reino de Granada,
será el único reino musulman de la Península Ibérica y este
desaparecerá en 1492, conquistado por los Reyes Católicos.
4.3
La Península Ibérica en la Edad Media: Las formas de ocupación del
territorio. Modelos de repoblación y organización social
La
ocupación militar de un territorio era seguida necesariamente de una
repoblación, pues de lo contrario el dominio del territorio no se
consolidaba. En un primer momento durante
los siglos VIII al X se avanzó siempre sobre territorios
“despoblados” (zona norte del Duero). Ahí se efectuó “presura”
o “aprisio”
que consistía en una ocupación de tierras que se convertían en
propiedad del que las cultivaba (se basaba en principios de Derecho
Romano). La iniciativa podía ser de grupos de campesinos o también
de señores laicos o eclesiásticos.
A
partir del siglo XI la expansión se llevó a cabo sobre tierras
siempre en contacto con Al-Ándalus y por tanto que presentaban mayor
peligro. La repoblación fue dirigida por los monarcas.
En las tierras entre el Duero y los Montes de Toledo y en el valle
del Ebro el territorio fue dividido en concejos que recibían del rey
un Fuero o Carta Puebla, donde se contenían los términos y
condiciones en que se llevaba a cabo la repoblación. El Concejo era
el centro de un extenso término denominado alfoz. Este sistema
propició la existencia de propiedades medianas y de campesinos
libres.
Durante
la 1a mitad del siglo XIII
en el valle del Guadiana y en las provincias actuales de Teruel y
Castellón se repartieron grandes extensiones de tierra a las Órdenes
Militares (Calatrava, Álcantara, Santiago y Montesa). Esto dio lugar
agrandes latifundios dedicados a la ganadería debido a la escasez de
población.
En
la segunda mitad del siglo XIII (valle
del Guadalquivir y Levante) el sistema de repoblación fue por
“repartimientos”, cada hombre que había intervenido en la
campaña recibía un lote de tierras cuya extensión dependía de su
categoría o rango social. Cuando
se conquistaba una ciudad de importancia se solía firmar con los
habitantes una “capitulación” por la cual estos pasaban a
habitar fuera de la ciudad. El sistema sociopolítico de los reinos
españoles no se diferenció del resto de Europa. El poder efectivo
del rey quedaba limitado por el poder de la nobleza y el clero en la
medida en que tenían grandes extensiones de terreno. La sociedad era
estamental con poca movilidad, había nobleza alta y baja y lo mismo
se puede decir del clero, en el pueblo llano la mayor parte eran
campesinos cuya situación era muy heterogénea.
4.4
La Península Ibérica en la Edad Media: Diversidad cultural:
cristianos, musulmanes y judíos.
Durante
la Edad Media, en los reinos cristianos peninsulares, el
analfabetismo estaba generalizado y la Iglesia controlaba
prácticamente toda actividad cultural. No obstante, entre los siglos
XI y XIII, los reinos cristianos peninsulares experimentaron un
despertar cultural fomentado por un doble estímulo: La apertura a
Europa y el contacto con Al- Andalus.
El
primer estímulo se manifestó en la presencia en la
península
de nobles y órdenes militares extranjeros que habían acudido a
luchar contra el infiel; en las alianzas matrimoniales entre nobles
peninsulares y extranjeros; y en la existencia de barrios de
artesanos y comerciantes francos (o genoveses en Cataluña) en muchas
ciudades peninsulares. Por su parte, el Camino de Santiago fue una
vía de intercambio de información cultural por la que penetraron la
arquitectura románica y la reforma eclesiástica, propagadas por las
órdenes religiosas reformadoras procedente de Francia: la Orden
Benedictina reformada o cluniacense, y la Orden Cisterciense.
En
cuanto a los textos árabes procedentes de Al-Ándalus, habría que
decir que contribuyeron de forma decisiva a difundir por Occidente
gran parte del pensamiento griego, persa e hindú. El foco cultural
más importante fue Toledo, con su Escuela de Traductores, que llegó
a su apogeo bajo el reinado de Alfonso X de Castilla León durante la
segunda mitad del siglo XIII.
Aunque
el latín era el idioma culto, las literaturas castellana, gallega y
catalana experimentaron un notable impulso: durante el siglo XIII
apareció el primer manuscrito en castellano del Cantar
de
Mío
Cid (1207),
Gonzalo de Berceo escribió diversas vidas de santos y poemas
religiosos y Alfonso X sustituyó el latín por el castellano como
idioma oficial. La lengua gallega adoptó forma escrita a través de
la poesía con las cantigas,
mientras
que el mallorquín Ramon Llul escribió en catalán.
4.5
Manifestaciones artísticas
El
arte medieval peninsular es fundamentalmente religioso; tanto los
edificios (monasterios o catedrales) como la escultura o la pintura
(subordinadas a la arquitectura), se realizan con una clara finalidad
didáctica: mostrar la gloria de Dios y transmitir su doctrina
mediante imágenes y símbolos, ya que la mayoría de los fieles eran
analfabetos. En la Península se extendieron las grandes corrientes
artísticas medievales (románico y gótico) importadas de Francia y
se desarrollaron otras autóctonas (asturiano, mozárabe y mudéjar,
estas últimas influenciadas por el contacto con Al-Andalus)
• Siglo
VIII-IX arte asturiano:
promovido por la monarquía asturiana. Emplea arcos de medio punto y
bóvedas de cañón. Sus principales ejemplos están en Oviedo: Santa
María del Naranco y San Miguel de Lillo.
• Siglo
X arte mozárabe: son
iglesias construidas por cristianos que emigran hacia el Reino
Astur-Leonés. Utilizaban materiales como el sillarejo (sillares más
pequeños y toscamente labrados), y en menor medida el ladrillo, y
arcos de herradura. Destaca San Miguel de la Escalada (León)
•Siglos
XI-XII Románico: Nace
en Francia en la orden benedictina del Cluny y llega a la Península
Ibérica por el Camino de Santiago, se extiende por una sociedad
ruralizada y con una población dispersa, por esta razón prevalecen
las iglesias rurales, en lugar de las grandes catedrales, salvo
excepciones. (Catedral de Santiago)
Las
iglesias presentan un aspecto macizo y oscuro por la escasez de
vanos. En
Castilla muestran la influencia francesa (Catedral de Santiago,
típica iglesia de peregrinación) y en Cataluña la italiana con
campanarios separados de la iglesia (San Vicente de Tahull).
La
escultura y la pintura románicas se
insertan en la arquitectura como: los relieves en capiteles (Claustro
de Santo Domingo de Silos) y portadas (Pórtico de la Gloria de la
Catedral de Santiago) o la decoración pictórica de paredes y techos
de los templos. Se
caracteriza por el silueteado de las figuras y el uso de colores
planos (Pantocrator de San Clemente de Tahull).
• Siglos
XIII-XIV Gótico: El
origen y la expansión es similar al Románico, pero será la orden
cisterciense la que lo lidere. Este estilo asociado al resurgir de
las ciudades y desarrollo del comercio. Su principal característica
es la introducción de nuevos elementos arquitectónicos (arco
apuntado, bóveda de crucería) y su luminosidad (vidrieras) que
reflejaran una nueva actitud espiritual tendente a lo divino.
Destacan
las catedrales de León, Burgos y Toledo. En Aragón además es
importante la arquitectura civil (Lonja de Valencia y Palacio de la
Generalitat de Barcelona)
La
escultura gana en realismo por la expresión individual y humana de
las figuras (Virgen Blanca de la catedral de Toledo), al igual que la
pintura, además esta deja de realizarse sobre el muro y se
representa en vidrieras o sobre tablas.
•Siglos
XII-XV mudéjar:
original de la Península en el que se mezclan dos influencias: la
cristiana (San Tirso de Sahagún-León) y la musulmana que utiliza
el ladrillo como material de construcción y formas decorqativas del
arte islámico: ataurique y sebka. La principal representación son
las torres campanario basadas en los alminares musulmanes (San
Salvador de Teruel)
- Los Reyes Católicos: La unión dinástica
Contrariado
por la boda de Isabel con Fernando de Aragón (1469), Enrique IV
nombra como heredera de la corona de Castilla, tras las
Capitulaciones de Cervera, a su hija Juana la Beltraneja, considerada
ilegítima. Esta decisión provocó una guerra civil que enfrenta a
los defensores de Isabel con los de Juana.
Isabel,
con el apoyo de la mayor parte de las ciudades castellanas y de la
corona de Aragón, y el cambio de actitud del papado y tras rechazar
al ejército francés y portugués y derrotar a los nobles opositores
en la decisiva batalla de Toro (1476), logra imponerse finalmente
como reina de Castilla. Los tratados de San
Juan de la Luz y Alcáçovas
(acuerdo
firmado en 1479 entre Portugal y España por el que se pone fin al
conflicto abierto por el apoyo lusitano a la causa de Juana la
Beltraneja)
fijan las condiciones de paz entre los estados portugués y
castellano, así como sus límites atlánticos.
Dña.
Juana termina sus días retirada en Lisboa. El fin de la guerra
coincide con el fallecimiento de Juan II de Aragón y el ascenso al
trono de su hijo Fernando, con lo que culmina la unión dinástica de
las dos coronas en las figuras de Isabel de Castilla y Fernando de
Aragón.
Tema
: 5 . La Baja Edad Media. Crisis de los siglos XIV y XV.
5.1
. Los reinos cristianos en la baja edad media: organización política
e
instituciones
en el reino de Castilla y en la Corona de Aragón.
Castilla
y Aragón tuvieron modelos de monarquía
diferentes.
Castilla
era una monarquía unitaria en la que el rey mantenía la autoridad
debido al
escaso
poder de las Cortes, que era una institución meramente consultiva, y
la aceptación del origen divino de la autoridad. El rey se apoyaba
más en el Consejo Real otra institución consultiva pero en la cual
no había representantes de las ciudades, solamente nobles y
eclesiasticos.
La
Monarquía aragonesa tenía un carácter más feudal que en Castilla,
aunque el monarca tenía los tres poderes, los reyes tenían la
necesidad de llegar a acuerdos con la nobleza y burguesía. Además,
se trataba de una confederación de Estados (Reino de Aragón,
Cataluña, Mallorca y Valencia) y cada reino tenía sus propias
Cortes, entre sus funciones estaba la de votar los impuestos, en
Cataluña y Valencia para vigilar lo que se acordaba en las Cortes,
se creó la Generalitat. En cada Estado el rey tenia un
lugarteniente. (Virrey).
En
cuanto a la justicia
también hubía ciertas diferencias.
En
Castilla estaban las Audiencias o Chancillerías a cuya cabeza
estaba el Rey.
En
Aragón cabe destacar la figura de “el
Justicia de Aragón”
o defensor del pueblo, el cual defendía los derechos de los
ciudadanos frente al rey.
Finalmente
destacar la figura del corregidor
en Castilla, el cual, solía ser un noble que representaba al poder
real en las ciudades, en cambio en Aragón el gobierno de las
ciudades solía estar más en manos de acaudalados comerciantes.
5.2.Los
reinos cristianos en la baja edad media: crisis demográficas,
económica y política.
Durante
la segunda mitad del siglo XIV la Corona de Aragón y Castilla sufren
sendas crisis que pueden explicarse por diferentes razones:
Razones
demográficas.
Las epidemias de Peste
Negra
de 1348, 1363 y 1371, afectaron duramente a una población, mal
alimentada debido a las malas cosechas, guerras civiles, revueltas
sociales, etc. La consecuencia fue de un descenso de un 40% en la
población en Aragón y de un 25% en Castilla.
Crisis
económica y social. Las
malas cosechas y la crisis agraria agravó la conflictividad
antiseñorial
(revueltas
irmandiñas y de payeses remença)
y urbana (conflicto
entre la Biga ,grandes comerciantes, y la Busca, pequeños
comerciantes, en Barcelona) o
los asaltos a las juderías (pogroms).
En Castilla el antisemitismo fue especialmente virulento porque
Enrique de Trastámara utilizó la propaganda antisemítica para
destronar a su hermanastro. (Pedro I de Castilla)
Crisis
políticas. En
Castilla se desencadenaron guerras civiles por el intento de
fortalecimiento del poder real, que encontró la oposición de la
nobleza y del clero. En 1369 la guerra entre Pedro I y su hermanastro
Enrique II llevó al trono castellano a la dinastía Trastámara que,
años después, por el Compromiso
de Caspe de
1412, reinaría también en Aragón. Entre 1462 y 1472 hubo una
guerra civil catalana que enfrentó al rey Juan II de Aragón y a las
instituciones : Generalitat
y Consejo de Ciento. Por otra parte, Castilla (con Francia) y Aragón
(con Inglaterra) participaron en la Guerra de los Cien Años, de la
cual, salió beneficiada Castilla.
- Los reinos cristianos en la baja edad media: La expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo.
Desde
el siglo XIII, Aragón se lanza a la creación de un imperio
territorial y económico, que inició Pedro III con la conquista de
Sicilia, en 1282. Jaime II anexionó los ducados de Atenas y
Neopatria, en 1311, debido a que unos mercenarios catalanes y
aragoneses (almogávares) fueron contratados por el emperador
bizantino para luchar contra los turcos, pero al ser asesinado su
capitán, decidieron actuar por su cuenta. Saquearon varias islas
griegas y controlaron los dos ducados, poniéndolos bajo la soberanía
de la Corona aragonesa, poco después en 1324 se anexionó Cerdeña.
Por último, Alfonso V conquistó Napoles en 1443, aunque ya por esas
fechas los Ducados de Atenas y Neopatría ya estaban perdidos.
La
expansión favoreció a la burguesía catalana, que llegó a entablar
una dura competencia con las repúblicas mercantiles italianas:
Venecia, Génova y Pisa. Se exportaban hierro y tejidos y se
importaban cereales, pieles y especias. Los territorios mediterráneos
no quedaron bajo el control directo del monarca, sino indirectamente
a través de príncipes pertenecientes a la familia real. El
mantenimiento de estas conquistas obligó a los monarcas aragoneses a
pedir apoyo continuo a la nobleza, al clero y a las ciudades,
situación que las clases privilegiadas aprovecharon para sentar las
bases de un control del poder monárquico, el pactismo.
La
caída de del Imperio
Bizantino
(1453) y el avance turco aceleraron la decadencia del
comercio
Mediterráneo, al mismo tiempo que surgían las rutas atlánticas.
5.4.
Los reinos cristianos en la baja edad media: las rutas atlánticas
(castellanos y portugueses). Las islas Canarias.
Desde
principios del siglo XV la ruta para llegar a las Indias estaba
controlada por los turcos del Mediterráneo oriental. Con el objeto
de hacerse con el comercio de las especias, Castilla y Portugal, las
principales potencias marítimas de la época, organizaron
expediciones para encontrar una ruta hacia las Indias circunnavegando
África.
Castilla
La
corona castellana inició su expansión, al igual que Portugal, por
la costa atlántica de
África,
comenzando con la ocupación de las islas Canarias. La conquista del
archipiélago fue lenta por la falta de recursos económicos y la
resistencia de los indígenas. En una primera fase, a principios del
siglo XV, fueron ocupadas las islas de Lanzarote, Fuerteventura y
Hierro.
La conquista, previa autorización y bandera de la Corona de
Castilla, fue realizada por mercenarios normandos al mando de
Bethencourt. Por este mismo procedimiento nobles castellanos
conquistaron la isla de La Gomera en 1450.
A
mediados de siglo surgieron disputas coloniales entre castellanos y
portugueses, que se
resolvieron
en 1479 en el Tratado de Alcáçovas, por el que se reconocía la
soberanía de
Castilla
sobre las islas Canarias. Finalmente, las tropas castellanas
conquistaron Gran Canaria en 1483 y Tenerife en 1496.
Portugal
Una
vez terminada la conquista de los territorios musulmanes en la
Península Ibérica, los
portugueses
comenzaron las grandes navegaciones por la costa atlántica de
África. Las
expediciones
contaron con el apoyo de los reyes: el príncipe Enrique
el Navegante
dirigía la Escuela
de Navegación de Sagres,
en la que reunió a númerosos eruditos, navegantes y cosmógrafos.
Los
descubrimientos y conquistas se sucedieron a lo largo del siglo XV:
La primera conquista fue la de Ceuta (1405), a la que siguieron las
islas Madeira y Azores y la costa africana hasta el cabo Bojador, en
el Sahara Occidental.
En
1460 los portugueses llegaron al golfo de Guinea, en cuya costa se
concentró el comercio de oro y esclavos. En 1488 Bartolomé Días
llegó al cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África. Con
ello quedaba abierto el camino para que Vasco
de Gama,
en 1497, llegara al océano Índico y Las Indias (tierra de las
especias)
6.1.
Unión dinástica: integración de las coronas de Castilla y de
Aragón.
El
matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón posibilitó la
unión de ambas
coronas
en una misma dinastía. Sin embargo hay que tener presente que el
modelo
adoptado
fue el de la Corona de Aragón: cada corona mantenía sus
instituciones, su
sistema
monetario y sus normas jurídicas. A pesar de ello, si que se produjo
una unidad
de
acción en política exterior.
Los
inicios del reinado fueron difíciles, ya que se produjo una guerra
civil en Castilla
por
la sucesión al trono tras la muerte de Enrique IV. Aunque el rey
tenía una hija, en la
corte
se consideraba que esta era ilegítima y éste llegó a transigir en
la cuestión
sucesoria,
pues firmó con su hermana Isabel el Pacto
de los Toros de Guisando
(1468),
por el que reconocía a Isabel como su heredera con la condición de
que no se
casara
sin su consentimiento. Isabel se casó con Fernando en secreto, lo
que hizo
reconsiderar
a Enrique IV su postura, nombrando a Juana la Beltraneja su heredera.
A la
muerte
del rey se desencadenó la guerra civil en la que se enfrentan:
• Por
un lado Isabel apoyada por un sector de la nobleza, las ciudades y
Aragón.
• Por
otro Juana
la Beltraneja apoyada
por parte de la nobleza y Portugal.
El
triunfo correspondió a Isabel, ya que tras la batalla
de Toro
se firmó la paz con
Portugal:
Tratado
de Alcaçovas
(1479) que reconocía a Isabel como reina de Castilla, a
cambio
de que esta no interviniese en el África atlántica con la excepción
de las
Canarias.
El
centro de la monarquía basculó enseguida hacia Castilla, ya que era
un territorio
más
extenso, poblado y dinámico económicamente. Además era un
territorio más unido
que
la Corona de Aragón formada por cuatro reinos distintos y mostraba
menor
oposición
al intervencionismo real.
5.2.
La
conquista del reino Nazarí y la incorporación de Navarra:
Tras
la victoria en la guerra civil se reanuda la guerra con el reino
Nazarí de Granada. La guerra fue larga: en 1487 se conquistó Málaga
y en 1489 la localidad de Baza. Para conquistar Granada se construyó
la fortaleza de Santa Fe y se entablaron negociaciones con Boabdil.
Finalmente a comienzos de 1492 se conquistó Granada poniendo fin a
esa empresa multisecular que fue la Reconquista.
Con
el fin de la guerra se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe: los
granadinos conservan su religión, su libertad, propiedades, armas y
derecho tradicional. Sin embargo, la tolerancia duró poco, ya que en
1499 el cardenal
Cisneros
acabó con ella, a la vez que se implantaba la Inquisición. Los
musulmanes (mudejares)
se sublevaron, fueron sofocados y obligados a elegir entre conversión
o exilio. Los conversos serán llamados moriscos.
Navarra
fue incorporada al Reino de Castilla en 1512. Fernando el Católico,
regente de Castilla, no aceptaba el matrimonio entre la hija del rey
de Francia y el heredero del reino de Navarra. Fernando temía la
intervención de Francia al sur de los Pirineos. Bajo el pretexto de
una supuesta conspiración de Navarra y Francia contra Castilla,
entró en Pamplona en 1512. En 1517, en las Cortes de Burgos,
Fernando, aunque en plano de igualdad y conservando sus fueros e
instituciones, anexionó el reino de Navarra a Castilla.
5.3.
La
proyección atlántica: la integración de Canarias:
El
Tratado de Alcaçovas (1479) supuso la renuncia de Castilla a toda
expansión por África occidental con la excepción de Canarias.
Estas islas estaban habitadas por nativos (guanches
en Tenerife). Hasta entonces la conquista y colonización había sido
obra de iniciativas particulares, que habían conquistado desde 1402
las islas de Fuerteventura, Lanzarote, el Hierro y La Gomera. No
obstante, los RRCC organizaron la empresa sobre bases diferentes:
-
Confirmaron los señoríos particulares, bajo soberanía real, en las
islas menores ya conquistadas.
-
Ordenaron la conquista de La Palma, Gran canaria y Tenerife
(1483-1496)
Las
formas de colonización y conquista castellanas de las Canarias
sirvieron de modelo para las que iban a desarrollarse en América, y
a partir de 1492 el tráfico hacia América se desarrolló de forma
muy notable ya que el archipiélago, por su situación estratégica,
era una plataforma ideal para viajar al nuevo continente.
Para
asegurar las relaciones diplomáticas con Portugal, los Reyes
Católicos pactaron el matrimonio de su hija Isabel con el heredero
de la corona portuguesa- principe Alfonso-. La temprana muerte de
este se resolvió con un segundo enlace de la viuda con el rey
portugués Manuel I el Afortunado. De esta unión nació el infante
don Miguel, que murió con dos años y que, de sobrevivir, hubiera
reunido las coronas de Portugal, Castilla y Aragón. Tras el
fallecimiento de Isabel, se mantuvo la alianza, con un segundo
matrimonio de Manuel el Afortunado con María, otra hija de los Reyes
Católicos.
El
descubrimiento de América reabrió el conflicto con Portugal por la
navegación atlántica, conflicto que fue resuelto definitivamente en
1494 mediante el tratado
de Tordesillas.
Por el que la línea divisoria Este – Oeste, se traslada 370 leguas
al oeste de Cabo Verde. La consecuencia importante de este tratado es
que Portugal se aseguraba así la costa occidental de Brasil.
5.4.
La organización del Estado. La Monarquía Autoritaria.
Las
reformas que los RRCC introducen en sus territorios tienden a la
centralización y al reforzamiento del poder real. Este proceso va a
tener más importancia en Castilla, ya que en la Corona de Aragón
continúa vigente el pactismo medieval:
En
Castilla:
•
Se limitó el poder de la nobleza
apartándola de los cargos superiores de la administración.
•En
1476 se creó la Santa
Hermandad para
luchar con los bandidos de los caminos.
•Se
reorganizaron las finanzas: la percepción de los impuestos se hizo
más eficaz (la alcábala era el impuesto más importante), lo que
permitió prescindir más de la Cortes.
•
Se generalizó el régimen de
corregidores, delegados de los reyes en las ciudades de Castilla.
•
Fernando el Católico se hizo
nombrar maestre de las órdenes militares (Santiago, Calatrava y
Alcántara), que pasaron de esta manera a estar controladas por la
corona, incluidos sus enormes recursos económicos.
•
El
Consejo Real dejó de ser consultivo para ser de gobierno y se
crearon consejos especializados (Aragón, Castilla, Hacienda, Indias,
Inquisición, Órdenes Militares).
•
Reforma de la Iglesia: Los
RRCC obtuvieron del Papa el derecho regio de presentación de obispos
a las sedes vacantes: reafirmación
del regalismo y subordinación de la Iglesia al poder del rey.
Por
otro lado, la reforma de las órdenes religiosas fue obra del
cardenal Cisneros. Estas habían caído en la relajación más
absoluta y se les obligó a seguir la regla, especialmente a
franciscanos, con todo rigor.
En
la Corona de Aragón:
Las
reformas más importantes fueron la creación del Consejo de Aragón,
el cargo de Virrey y la Inquisición. Además se emplearon a fondo
también para pacificar las revueltas campesinas y urbanas.
A
pesar de todo, el proceso fue menos importante que en Castilla:
• los
RRCC respetaron e incluso confirmaron los privilegios y fueros de los
4 reinos; nombraron varios virreyes para que los representaran en
algunos reinos durante su ausencia.
• Se
resuelve el conflicto de los remensas mediante la Sentencia Arbitral
de Guadalupe de 1486, que suprimía los malos usos señoriales y
establecía contratos enfiteuticos en el campo catalán.
• Impusieron
el sistema de insaculación o sorteo para elegir los principales
cargos de la ciudad de Barcelona.
6.5.
Los Reyes Católicos : la proyección exterior. Política italiana y
norteafricana.
El
creciente poder de la monarquía hispánica provocó la reacción de
Francia. Los Reyes Católicos respondieron con acciones militares y
con una política de acercamiento hacia los rivales de Francia, como
Inglaterra (casaron a su hija catalina con el príncipe-heredero de
Inglaterra), el Sacro-Imperio (casaron a sus hijos Juan y Juana con
los hijos de Maximiliano de Austria, Margarita y Felipe
el Hermoso)
y Portugal (casaron a su hija Maria con Manuel el Afortunado).
Francia
y la monarquía hispánica se enfrentan en la península itálica por
el control del
Reino
de Nápoles. Francia invade Nápoles en 1494 y Gonzalo
Fernández de Córdoba (el Gran Capitán),
obliga al ejército francés a retirarse.
En
1499 Luis XII de Francia se anexiona el Milanesado (conquistado
posteriormente por Carlos V) e invade Nápoles y nuevamente en 1503,
el Gran Capitán derrota al ejército francés.
El
enfrentamiento entre Francia y la monarquía hispánica termina con
la anexión del Milanesado por Francia y la integración del reino de
Nápoles y la reincorporación del Rosellón y la Cerdaña a la
Corona de Aragón. La figura de Gonzalo Fernandez de Córdoba (el
Gran Capitán) y su reorganización del ejército en Tercios fue una
de las claves de la victoria hispánica.
En
cuanto a la política norteafricana, los Reyes Católicos entendían
que la mejor solución para evitar el ataque de los turcos y de los
berberiscos a las costas españolas era la ocupación de las plazas
del norte de África. Así, entre1497 y 1510, fueron ocupadas las
ciudades de Melilla, Orán, Bugía y Trípoli. Ceuta era portuguesa y
por futuros acuerdos quedaría en manos españolas.
7.1.
El descubrimiento de América.
Las
crecientes dificultades para llegar a Asia por el Mediterráneo
(presencia de los turcos) obligaron a los europeos a buscar rutas
alternativas para conseguir los productos de las Indias – especias
y metales preciosos.
Así,
en 1492 se firman las Capitulaciones
de Santa Fe, acuerdo
por el cual los Reyes Católicos apoyaban el proyecto de Cristóbal
Colon para realizar la expedición a las Indias navegando hacia el
oeste.
Colon
realizó cuatro viajes
a
Las Indias sin saber que, en realidad, había llegado a un nuevo
continente:
Primer
viaje: la expedición partió de Palos de la Frontera (Huelva) el 3
de agosto de 1492, hizo escala en Canarias y llegó a las Indias el
12 de octubre de 1492. Tocó tierra en Guanahaní –hoy San
Salvador, Bahamas.
Segundo
viaje: (septiembre de 1493) se descubrió la isla La Española (Santo
Domingo).
Tercer
viaje: (1498) se descubrieron la isla de Trinidad y la desembocadura
del río Orinoco.
Cuarto
viaje: (1502) se descubrió el continente (la costa centroamericana).
Las
disputas entre Portugal y Castilla
por
la propiedad de las nuevas tierras surgieron en el año 1493, ya que
los portugueses reclamaban el cumplimiento del tratado de Alcaçovas.
Sin embargo, los Reyes Católicos consiguieron del Papa Alejandro VI
los derechos de conquista y
evangelización
sobre
las nuevas tierras, recogidos en las Bulas
Inter Caetera (1492-1503).
La
rivalidad entre Castilla y Portugal se resolvió en el Tratado
de Tordesillas (1494),
por el que se trazó una línea imaginaria de demarcación a 370
leguas al oeste de las islas de Cabo Verde : Portugal se quedaba con
las tierras situadas al este de dicha línea (costa africana y
Brasil) y Castilla con el oeste (resto de América).
7.2.
Conquista y colonización de América.
Los
RR.CC. Buscaron la legitimidad de la conquista en la Iglesia y la
obtuvieron mediante Bula Intercaetera (1493), por la cual el papado
les confirma como propietarios de las nuevas tierras descubiertas o
por descubrir.
En
apenas 50 años, (1492-1545) se conquistó un territorio unas 25
veces mayor que España. Las razones son varias, pero podemos
destacar algunas: superioridad en el plano militar (tecnología y
experiencia), problemas internos en los grandes imperios (Azteca e
Inca), enfermedades contagiosas llevadas por los españoles que
mermaron mucho a la población o incluso supersticiones apocalíticas
que hicieron pensar a los indigenas que los conquistadores eran
dioses.
Podríamos
distinguir dos etapas en la conquista:
-
La
etapa antillana: (1492-1518)
Se conquistan las islas del Caribe (Cuba, Jamaica, etc) y se inicia
la búsqueda de metales preciosos mediante el trabajo forzoso de los
indios.
Ya empezaron a alzarse voces que criticaban el repartimiento de
indios entre los conquistadores, y que clamaban por una mejora de sus
condiciones, las Leyes
de Burgos (1512)
reconocen al indio como súbdito libre del rey, pero mientras dure su
“evangelización” estará bajo la tutela de los conquistadores,
en la práctica esto supuso una legalización del trabajo forzado.
-
La etapa continental:
Donde distinguimos dos fases.
- La fase de ocupación de los altiplanos (1521-1533) cuando se dominaron las civilizaciones Azteca (Expedición de Hernán Cortes) e Inca (Expedición de Francisco de Pizarro).
- La fase de dilatación, que comienza a partir de esos dos focos de proyección hacia nuevas tierras (Chile, Venezuela, Centroamérica, etc.)
La
financiación de las expediciones de conquista fue sobre todo
privada, que firmaban capitulaciones con la corona donde esta se
aseguraba la posesión de tierras y el veto a títulos nobiliarios,
mientras a los conquistadores les correspondía el botín, los cargos
públicos y las encomiendas, recibiendo cada cual según su inversión
en dinero, material o sangre. Fray Bartolome de las Casas denunció
el maltrato a los indígenas, y consiguió que en las Leyes
Nuevas (1542),
se aboliera la encomienda,
aunque en la práctica siguió vigente hasta tiempo después.
7.3.
Gobierno y administración en el imperio colonial
Los
territorios de América, jurídicamente, no eran considerados
colonias sino reinos, como los restantes de la Monarquía, y su
población, tanto criollos como indígenas, eran súbditos de la
Corona de Castilla.
La
Administración central, ubicada en España, constaba de dos
organismos:
La
Casa
de Contratación de Sevilla,
que controlaba el monopolio del comercio y navegación de las Indias.
La Corona reguló la navegación con dos flotas de Indias anuales y,
más tarde, con el aumento de la piratería, una armada protegía los
convoyes. Se
enviaban a América productos manufacturados y venían a la Península
materias primas y metales preciosos, cuya cuantía aumentó tras el
descubrimiento de las minas de plata de Potosí y Zacatecas a
mediados del siglo XVI.
El
Consejo de Indias,
que tenía su sede en la corte, nombraba los cargos más importantes
(virreyes, gobernadores, etc.), regulaba aspectos legislativos, etc.
La
Administración territorial americana que se organizaba en
virreinatos.
El virrey era el representante personal del rey, con amplísimos
poderes, aunque su gestión se sometía a revisiones periódicas
(visitas). Existían,
además, demarcaciones menores: gobernaciones y capitanías
generales.
Los
municipios se gobernaban mediante concejos, llamados cabildos. Eran
similares a los municipios castellanos y fueron el cauce de
participación de los criollos en la vida pública.
La
administración de justicia correspondía a las Audiencias.
7.4.
Impacto de América en España.
El
comercio ultramarino fue el motor de la economía española y
sobretodo castellana.
Desde
1520 ya se empezaron a explotar las minas de oro y plata de América.
Estos metales preciosos se utilizaron para financiar las guerras de
la Monarquía hispánica en Europa, y para aumentar enormemente el
patrimonio de la aristocracia que controlaba este comercio, si
bien este beneficio no se invirtió en mejorar la industria o la
agricultura española, las cuales perdieron competitividad con
respecto a Europa,
además provocarón la llamada “Revolución de los Precios”
debido a un alza en los precios de muchos productos, lo cual afectó
negativamente a la capacidad adquisitiva de la gente más necesitada.
En
cuanto a las exportaciones a América podríamos destacar vino,
aceite, tejidos, pero la demanda creciente fue atendida por países
europeos que utilizaron a España como intermediario.
Y
las importaciones de América eran metales, maíz, patata, cacao,
tabaco, etc.
Se
calcula que unos 150.000 castellanos emigraron a América, en su
mayoría hombres jóvenes.
El
descubrimiento y la conquista de América cambiaron la concepción
del mundo y muchos valores culturales en España.
El
Nuevo Mundo supuso un gran estímulo para la actividad intelectual ,
que se reflejó en diversos aspectos:
Se
ampliaron los conocimientos de flora y fauna: Historia Natural de las
Indias de José Acosta.
Se
hizo una crítica jurídica del supuesto derecho de conquista, que se
justificaba por la evangelización.
Los
dominicos Antonio de Montesinos y
Bartolomé
de las Casas
(Brevísima relación de la destrucción de Indias) denunciaron el
trato que los colonizadores daban a los indios, y abrieron una vía
para que Francisco
de Vitoria
y sus discípulos de la Escuela de Salamanca abordaran el problema de
los justos títulos de la acción en América, poniendo las bases del
derecho de gentes, hoy derecho internacional.
8.1.
EL IMPERIO DE CARLOS V. CONFLICTOS INTERNOS: COMUNIDADES Y GERMANÍAS.
Carlos
I de Castilla y V de Alemania
– primogénito de Juana y Felipe el Hermoso nacido y criado en
Flandes – fue monarca de gran parte de Europa y su política
exterior se vio condicionada por su idea imperial y por los
territorios que heredó:
De
Felipe el Hermoso
heredó los Paises
Bajos, Luxemburgo, Artois, Franco- Condado, Borgoña y Charlerois.
(Conque pongáis “Paises Bajos, Franco-Condado, Borgoña, etc.)
De
Fernando el Católico (abuelo materno) heredó las coronas de
Castilla y Aragón
De
Maximiliano I,
emperador de Alemania (abuelo paterno) heredó los territorios
de la Casa de Habsburgo,
la
soberanía sobre el norte de Italia y el derecho a ser propuesto para
la corona del Imperio Romano Germánico – que obtuvo en 1519.
Carlos
V quiso restaurar el imperio cristiano (Universitas
Christiana)
y que el emperador fuese rey de reyes, no subordinado al Papa.
Carlos
de Habsburgo (Carlos V) ascendió
al trono de Castilla y Aragón en 1516 a la muerte de Fernando el
Católico, sustituyendo los Habsburgo a los Trastámara españoles.
Tomó posesión del trono en 1517; fue elegido emperador del Imperio
Romano Germánico en 1519 por lo que abandonó Castilla con destino a
Alemania, nombrando regente a Adriano de Utrech.
Se enfrentó a Francia por la hegemonía en Europa, a los luteranos
por la unidad cristiana y a los turcos en defensa de la cristiandad.
Carlos
V tuvo
que hacer frente a dos
conflictos internos:
La
rebelión de
las Comunidades de Castilla (1520-1521).
En febrero de 1520 se produjo el levantamiento en Castilla de
los comuneros
Padilla, Bravo y Maldonado. En julio se constituyó la Junta Santa de
Ávila, que pidió
a Carlos V su regreso a Castilla, la exclusión de extranjeros de
cargos políticos, más protagonismo de las Cortes, reducción de
gastos e impuestos y limitación de las exportaciones de lana. Los
comuneros sería finalmente derrotados en Villalar en 1521.
Las
Germanías (1519-1524).
Se desarrollaron en Valencia, Murcia y Mallorca.
Tenían como principales motivos la crisis económica y el
descontento de artesanos
y comerciantes, que querían la reducción de los derechos de la
nobleza.
En marzo de 1523 los agermanados fueron reprimidos por orden de
Carlos V.
Las
Comunidades y las Germanías fueron antiseñoriales. Su
aplastamientos significó la alianza de la monarquía y la nobleza y
la marginación de la burguesía.
8.2.
LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II. LA UNIDAD IBÉRICA.
La
política de Felipe II se inspiró en la Contrarreforma católica.
Los
dos hechos más relevantes de la política interior de Felipe II
fueron:
La
represión de los moriscos.
Los moriscos de
las Alpujarras
se rebelaron en 1568
y la rebelión se controló en 1570. Los moriscos fueron dispersados
por Castilla y las Alpujarras repobladas por cristianos viejos.
Las
alteraciones de Aragón.
Fueron provocadas
por el caso
Antonio Pérez.
El
objetivo de Felipe II en el ámbito de la política
exterior
fue
mantener la hegemonía y la ortodoxia católica en Europa.
Felipe
II mantuvo guerras
contra:
Francia.
Derrotó
a Francia en Gravelinas y San Quintín en 1557
y firmó la paz de Cateau- Cambrésis en 1559, que puso
fin al enfrentamiento heredado de su padre.
Los
turcos.
Para frenar se expansión en el Mediterráneo Felipe II organizó una
flota en alianza con Venecia y el Papado que derrotó a los turcos en
Lepanto
en 1571.
Los
rebeldes flamencos.
La rebelión en Flandes se inició en 1566. Las campañas militares
exitosas del duque de Alba no sirvieron para someter a los Países
Bajos, que acabaron divididos en dos: el Norte protestante de la
Unión de Utrecht, de facto independiente, y el Sur católico de la
Unión de Arrás.
Inglaterra.
Isabel
I de Inglaterra apoyó a los protestantes de los Países Bajos y
fomentó la piratería en el Atlántico en contra de Castilla. Felipe
II creó la Armada Invencible para invadir Inglaterra en 1588, pero
naufragó frente a las costas inglesas.
El
imperio de Felipe II
estuvo
formado por : Los territorios que heredó de Carlos V, salvo Austria
y el Imperio Germánico. Incorporó las Filipinas a la Monarquía
hispánica en 1571.
Su
mayor éxito fue la incorporación
de Portugal en
1580. (Unidad
Ibérica).
En
1578 murió el rey de Portugal Sebastián I, sucediéndole su tío el
Cardenal-Infante D.Enrique, que murió en 1580. Felipe II hizo valer
sus derechos sucesorios (Su madre fue la portuguesa emperatriz
Isabel) y fue reconocido rey de Portugal en las Cortes de Tomar de
1581, de modo que los reinos peninsulares quedaron unidos bajo un
mismo rey. La
unión se hizo respetando las leyes e instituciones portuguesas y se
creó el Consejo de Portugal. Estuvo unido a la Monarquía hispánica
hasta la crisis de 1640.
8.3.
LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI: EL MODELO POLÍTICO DE LOS AUSTRIAS. LA
UNIÓN DE REINOS.
La
monarquía de los Habsburgo, hispánica con Felipe II, estaba
constituida por un conjunto de reinos y territorios dispersos, alguno
de ellos con un alto grado de autonomía (Instituciones y leyes
propias) y con escasa relación entre si. Castilla
era el territorio más poblado y rico y ofrecía al rey mayores
posibilidades para un gobierno tendente al absolutismo. Por tanto, el
modelo político establecido por los Austrias era una monarquía
multinacional descentralizada y bajo la primacía de la Corona de
Castilla:
era la
unión de reinos.
Los
Habsburgo desarrollaron un modelo
consiliar de
gobierno – basado en los Consejos – puesto en marcha por los
Reyes Católicos.
Los
Consejos tenían
dos funciones: elevar informes o consultas al rey y resolver los
asuntos de su competencia. Estos Consejos eran de dos tipos:
Temáticos:
Estado,
Hacienda, Inquisición, Órdenes,
Cruzada, Guerra y Cámara.
Territoriales:
Castilla
– este Consejo estaba por encima del resto y era el Tribunal
Supremo de Justicia – Aragón,
Navarra, Flandes
y Borgoña, Italia y Portugal.
Cada
territorio mantuvo sus instituciones,
aunque éstas eran similares en todos ellos:
Virrey.
Suplía
al rey en los territorios no castellanos
Cortes.
Mantuvieron la mismo estructura y funciones que en la Edad Media. Las
de Navarra y las de la Corona de Aragón eran pactistas y tenían más
relevancia.
Chancillerías
y las Audiencias .
Fueron tribunales superiores de justicia de cada territorio.
La
administración local se
mantuvo igual que en tiempos de los Reyes Católicos:
En
Castilla
fue
controlada por la oligarquía y los corregidores reales. En la Corona
de Aragón
se
extendió el modelo catalán de la insaculación , que evitó las
disputas por el poder municipal. Los
municipios bajo jurisdicción señorial se rigieron por las leyes de
realengo. Sus vasallos podían apelar a la Audiencia contra las
sentencias de los tribunales señoriales.
En
1561 Felipe II trasladó la capital de España a Madrid.
8.4.
ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI.
Durante
el siglo XVI aumentó la población, siendo más numerosa en Castilla
que en Aragón. A finales de siglo la población era de 8.000.000 de
personas.
El
reinado de
Carlos I fue
de crecimiento económico debido al comercio indiano y a la
exportación de lana, sin embargo, el fenómeno conocido como la
revolución
de los precios
provocó
que los salarios no subieron al mismo ritmo que las mercancías, lo
que empobreció a las clases populares. La principal causa de este
fenómeno fue la llegada masiva de metales preciosos desde América.
Todas
las regiones aumentaron su riqueza, pero no Cataluña, en decadencia
como resultado de la crisis económica de la Baja Edad Media.
Con
Felipe II se
evidenciaron los primeros síntomas de crisis. Los motivos fueron:
• El
coste de las guerras.
• El
endeudamiento de la Corona – que se declaró en bancarrota en
varias ocasiones.
• El
escaso desarrollo de la agricultura y de la industria.
• El
ambiente de lujo y ocio de los más ricos.
SOCIEDAD
En
la sociedad se distinguían los siguientes grupos:
Nobleza.
La
alta nobleza era propietaria de latifundios y estaba asentada en la
Corte; la pequeña nobleza se arruinó por culpa de la inflación y
por una mentalidad que despreciaba el trabajo manual,
sus opciones eran o ingresar en el ejército o emigraban a América.
Clero.
Los
altos cargos de la Iglesia eran ocupados por los segundones de la
nobleza y disponían de buenas rentas. El bajo clero era pobre y
carecía de cultura.
Burguesía.
Era
escasa porque la artesanía y el comercio estuvieron controlados por
extranjeros. Los burgueses optaron por inversiones seguras y la
compra de tierras, vinculándose al comercio y la banca.
Campesinos
y trabajadores urbanos.
Fueron
los más perjudicados por la política fiscal y económica de la
Monarquía.
Los campesinos eran la inmensa mayoría de la población y podían
estar sometidos a la jurisdicción del rey, de la nobleza o de la
Iglesia.
8.5.
CULTURA Y MENTALIDADES EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI. LA INQUISICIÓN.
CULTURA
Y MENTALIDADES.
Durante
el reinado de Carlos I llegaron ideas erasmistas y renacentistas que
enriquecieron el marco cultural español, sin embargo el auge de las
ideas protestantes lideradas por Lutero y Calvino provocó,
paulatinamente, que la Iglesia y la Corona reaccionaron frente a
cualquier manifestación intelectual que defendiera la libertad de
pensamiento. Felipe II en 1559 prohibió a los castellanos estudiar
en el extranjero – excepto en Roma, Bolonia y Coimbra – y la
publicación de libros
peligrosos para
la fe católica. Esto provocó que España se retrasase en el
conocimiento científico, excepto en geografía.
Sin
embargo, algunas
actividades destacables fueron:
Derecho
internacional (Francisco
de Vitoria y Bartolomé de las Casas.)
Economía
(Escuela
de Salamanca)
Bellas
artes (Juan
de Herrera en arquitectura – el Escorial- , el Greco en pintura –
el
entierro del señor de Orgaz, el caballero de la mano en el pecho –
y la escuela de Valladolid en escultura – Alonso de Berruguete-
retablo de San Benito -)
Literatura
(San
Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús).
En
la sociedad española dominaban los valores aristocráticos y
religiosos, que se basaban en el orgullo del cristiano
viejo y
del hidalgo
que,
aunque empobrecido, despreciaba el trabajo manual, los negocios
mercantiles y consideraban impropio el espíritu de lucro. Esta
mentalidad tuvo un efecto negativo en la economía.
La
Inquisición
La
Iglesia era muy poderosa e inmovilista y controlaba al enseñanza.
Poseía además una sexta parte de las tierras y el número de
clérigos era de unos 100.000.
La
intolerancia religiosa iniciada por los Reyes Católicos se prolongó
y acentuó en el siglo XVI.
La
ortodoxia católica se impuso y recibió el apoyo de la Corona a
través del la Inquisición
o Santo Oficio,
única institución común a todos los reinos.
La
Inquisición detenía y juzgaba a los sospechosos de judaizar y de
herejía. Los estatutos de
limpieza de sangre se
utilizaron contra los descendientes de judíos conversos y para
impedirles ocupar cargos en la Administración, en la Iglesia y en el
ejército.
9.1.
LOS
AUSTRIAS DEL SIGLO XVII. GOBIERNO DE VALIDOS Y CONFLICTOS INTERNOS
Los
reyes del siglo XVII delegaban las labores de gobierno en personas de
su confianza conocidos como validos.
Los
validos actuaron al margen de los órganos de gobierno y algunos
utilizaron el cargo para enriquecerse y favorecer a sus allegados. La
alta nobleza y los letrados , desplazados del poder, encabezaron la
oposición a estos.
Felipe
III (1598-1621).
Tuvo
como valido principal al duque
de Lerma,
quien llevó a cabo una política pacifista motivada por la crisis
económica. El principal conflicto interno durante el reinado de
Felipe III fue la expulsión
de los moriscos (1609).
No se integraban con el resto de la población y existían graves
tensiones con los cristianos viejos. Con ello quería evitar su
posible apoyo a los turcos y a los piratas berberiscos, enemigos de
la monarquía hispánica. Las consecuencias económicas y sociales
fueron nefastas: se perdieron 300.000 habitantes (extraordinaria mano
de obra en artesanía y agricultura.) Le
sustituyó el duque de Uceda.
Felipe
IV (1621-1666)
Tuvo
como valido al conde-duque
de Olivares, cuya
ambiciosa política de prestigio internacional (Guerra de los 30
Años) y de reformas internas (Unión de Armas) provocó la crisis de
1640 y la pérdida de la hegemonía en Europa.
Felipe IV hubo de afrontar los problemas
de
la Unión
de Armas
(1625), proyecto de la Monarquía unitaria, la Guerra
de los Treinta Años
(1618-1648), así como la rebelión catalana, la independencia de
Portugal y revueltas menores en Vizcaya, Andalucía y Sicilia, a
causa de la presión fiscal y las intrigas de Francia. Los proyectos
de Olivares no pudieron realizarse, y finalmente, fue sustituido por
D. Luis de Haro.
Carlos
II (1666-1700).
Su
juventud, primeramente, (fue coronado rey a los 4 años) y después
su delicada salud complicaron la tarea de gobierno, que fue delegada
a numerosos validos, como su hermanastro, Juan
José de Austria, o
el
jesuita Nithard,
quienes no pudieron evitar la decadencia de la Monarquía hispánica
en la escena internacional. El
problema sucesorio de Carlos II acentuó la inestabilidad política y
las conspiraciones por establecerle un heredero, finalmente por su
último valido, el cardenal Portocarrero, decidió dejar en su
testamento a Felipe de Anjou (nieto de Luis
XIV
de Francia), lo que supuso la llegada de los Borbones a España.
9.2.
LA
CRISIS DE 1640.
Las
necesidades financieras creadas por la Guerra
de los Treinta Años
obligaron al Conde-Duque de Olivares a aplazar las reformas y
recurrir a medidas de urgencia que agravaron aún más la crisis
social y económica
de España (sobre todo de Castilla). Y en consecuencia el descontento
social y la oposición política a Olivares se generalizaron.
Los
reinos periféricos ( Portugal, Aragón, Valencia, Cataluña...)
rechazaron las pretensiones unitarias y centralistas de Olivares. La
alta nobleza se quejaba por el escaso protagonismo debido al
autoritarismo del valido. Las clases populares denunciaban su
agotamiento económico por la presión fiscal que sufrían.
Los
conflictos y las protestas fueron constantes y se formaron rebeliones
en todas partes (Vizcaya, Cataluña, Portugal, Andalucía, Nápoles,
Sicilia...)
El
momento más crítico fue el de “1640” por las rebeliones
independentistas de Portugal y Cataluña. Felipe IV cesó al valido
en 1643 pero los problemas aún no habían terminado.
La
rebelión de Cataluña (1640-1652).
La
causa inmediata fueron los desmanes sobre la población del ejército
castellano e italiano en el frente catalán durante la guerra con
Francia. Los enfrentamientos de campesinos catalanes y soldados se
extendieron a Barcelona, donde los rebeldes (vestidos de campesinos
–segadores -) inician un motín y asesinan al virrey. Era la
festividad del C. Christi de ahí el nombre de Corpus de Sangre de
1640. En
realidad era una revuelta anticentralista y contra la política de
Olivares. Cataluña nombró conde de Barcelona a Luis XIII de
Francia. Pero la crisis económica, un brote de peste, la opresión
francesa y la guerra provocaron la rendición catalana. Las
tropas de Felipe IV, al mando de su hijo ilegítimo entraron en
Barcelona respetando los fueros. El ejército real estaba mandado por
el hijo natural de Felipe IV don Juan
José de Austria.
Rebelión
e independencia de Portugal (1640-1668 )
La
sociedad portuguesa consideraba que la unión con España le
reportaba más inconvenientes que ventajas.
Los enemigos de España le atacaban y esta era incapaz de
defenderlos. La rebelión portuguesa tuvo, pues, un carácter
nobiliario, anticastellano e independentista. Los portugueses
proclaman rey al duque de Braganza con el nombre de Juan IV. Felipe
IV y Olivares habían concentrado su atención más en la guerra
contra Francia y en Cataluña, pensaban que recuperar a Portugal
sería más fácil. No sería así. Con
el apoyo de Francia y de Inglaterra Portugal alcanzaría su
independencia en 1668, bajo el reinado de Carlos II.
9.3.
LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII : EL OCASO DEL IMPERIO ESPAÑOL EN EUROPA.
A
lo largo del siglo XVII España perdió su hegemonía en Europa y se
convirtió en una potencia de segundo orden.
Felipe
III,
forzado por la crisis económica, siguió una política pacifista,
conocida como Pax hispánica.
Firmó la paz con Inglaterra (Tratado de Londres, 1604), y la Tregua
de los Doce Años
(1609) con las Provincias Unidas
– en la actualidad Paises Bajos - , que reconocía una gran
autonomía política.
Felipe
IV
participó en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Se alió
con Austria en defensa del catolicismo frente a los países
protestantes. Francia entró en la guerra para evitar el triunfo de
los Habsburgo, sucediéndose las derrotas españolas (Las Dunas 1639
y Rocroi
(1643).
La
Paz de Westfalia (1648)
puso fin a la Guerra de los Treinta Años y reconoció la
independencia de las Provincias Unidas. Bélgica –católica –quedó
unida a España.
La
guerra continuó con Francia hasta la firma de la Paz
de los Pirineos (1659).
Por este tratado España cedía el Rosellón y Cerdaña a Francia y
se acordaba la boda de la infanta María Teresa con Luis XIV de
Francia. Lo que propiciaría la futura llegada de los Borbones a
España en el siglo XVIII.
Era el declive de la Monarquía española, la pérdida de la
hegemonía a favor de Francia.
Carlos
II.
Durante su reinado España cedió a Francia el Franco Condado y
diversas ciudades fronterizas en los Países Bajos.
España, perdida su hegemonía, pasa a ser potencia de segundo orden.
Aunque a la muerte de Carlos II aun seguía conservando territorios
en Europa: La parte sur de los Países Bajos (la actual Bélgica, el
Milanesado, Nápoles, Sicilia y Cerdeña).
9.4.
LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII : EVOLUCIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL.
El
siglo XVII fue una etapa de crisis económica en Europa y en España
(Holanda e Inglaterra no la tuvieron debido a su comercio), debido
entre otras cosas a la Guerra de los 30 años. En
los reinos hispánicos existió también
un importante descenso demográfico, ya que de ocho millones de
habitantes en 1600; pasó a siete en 1700. La Expulsión de los
moriscos (300.000 personas ), la emigración a América, y el aumento
de la mortalidad, debido a guerras y epidemias fueron las principales
causas.
Durante
el siglo XVII, hasta la década de 1680, España sufrió una gran
crisis económica, que además de lo dicho, tuvo causa principal en
la política exterior, que absorbió los ingresos ordinarios –
metales americanos, impuestos tradicionales - obligando a recurrir a
medidas extraordinarias como el aumento de la presión fiscal o la
devaluación de la moneda.
La
producción agrícola disminuyó por las malas cosechas, favoreciendo
las hambrunas. También disminuyó la ganadería bovina y ovina (La
Mesta).
El descenso de la población provocó una caída de la demanda que
afectó también a la artesanía y al comercio. (Crisis de la
industria textil catalana).
Los
prejuicios sociales de las clases adineradas – visión negativa del
trabajo – perjudicaron el desarrollo económico. El comercio estaba
dominado por extranjeros. El atraso tecnológico respecto a Europa
hizo necesario recurrir a importaciones.
Con
la crisis económica aumentó el peso social de los grupos
improductivos – nobles, clérigos, mendigos – frente a los
productivos – campesinos, artesanos, comerciantes.
La
nobleza incrementó la presión fiscal sobre los campesinos. Las
clases populares se empobrecieron notablemente. Muchas personas
ingresaron en la Iglesia para evitar el hambre y el alistamiento
militar. La
burguesía siempre fue escasa y con la crisis prácticamente se
extinguio.
9.5.
LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII: ESPLENDOR CULTURAL. EL SIGLO DE ORO.
La
crisis política y económica de España en el siglo XVII contrasta
con su esplendor artístico y cultural, conocido como Siglo
de Oro.
A su vez, el esplendor artístico contrasta con la crisis de la
investigación y de la ciencia, que agravó el atraso tecnológico
español. Se debió sobre todo a la rigidez del espíritu
contra-reformista,
que provocó también un descenso del número de estudiantes
universitarios. El
estilo artístico destacado durante el siglo XVII fue el
Barroco.
Rasgos
generales definitorios de la cultura barroca
- Propagandística de la monarquía y de la Iglesia, de su infalibilidad y de su derecho divino.
- Conservadora de los valores de la Iglesia y de la monarquía para mantener inalterable el orden social establecido.
- Dirigida a las masas para captar la voluntad del pueblo a favor de los poderosos y evitar que su malestar se canalizara hacia la rebelión o la protesta.
- Aparatosa y emocional. Al dirigirse al pueblo de escasa cultura, el mensaje debía ser sencillo en su contenido pero fastuoso en sus formas para impactar y conmover.
El
arte barroco en arquitectura, pintura y escultura, fue principalmente
un arte religioso. La preeminencia de lo religioso se explica no sólo
por la lucha emprendida a favor del catolicismo sino también porque
obedecía a las exigencias de los mecenas, fundamentalmente la
Iglesia, la monarquía y la nobleza, que contrataban los servicios de
los artistas.
La
arquitectura
barroca
española floreció especialmente en los edificios religiosos, pero
también en los civiles ( palacios, plazas...) con arquitectos e
ingenieros como Pedro Ribera o la familia Churriguera.
La
escultura
barroca
en España se caracterizó por el dramatismo y el realismo de las
figuras, con artistas como Gregorio Fernández, Juan Martínez
Montañés, Alonso Cano y Pedro de Mena, maestros de la imaginería
religiosa policromada (hoy muchas de estas obras pasos
procesionales). Este arte fue trasvasado a América donde, al
amalgamarse con las formas autóctonas indígenas, creó un arte
colonial original y de extraordinario valor.
La
pintura alcanzó
su cumbre con genios de la talla de José Ribera, Bartolomé Esteban
Murillo
y Francisco Zurbarán
que se mueven entre el tenebrismo, el naturalismo y una profunda
espiritualidad. Destaca el más universal de nuestros pintores del
Barroco, Diego
Velázquez,
que trabajó en la corte de Felipe IV. Su pincelada suelta, el
dominio del color y de la luz (se anticipa al impresionismo, y
consigue la perspectiva aérea) y sus complejas composiciones otorgan
a sus cuadros la categoría de obras maestras . De sus inicios
sevillanos destacan sus pinturas de género (el aguador, la vieja
friendo huevos....), de su etapa en la corte (sus retratos: Felipe
IV, el Conde-Duque a caballo, el príncipe Baltasar Carlos, la
infanta Margarita, los retratos de bufones; la rendición de Breda o
las lanzas, las Meninas, Las Hilanderas...) .
Mención
aparte de la
literatura
que
encumbró el castellano como lengua universal (Cervantes, Quevedo,
Góngora, Lope de Vega, Calderón de la Barca y Tirso de Molina).
10.1.
LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII : LA GUERRA DE SUCESIÓN Y EL SISTEMA DE
UTRECHT.
La
Guerra de Secesión se origina por la disputa al trono de España
entre Felipe de Anjou (futuro Felipe V, de la dinastía de los
Borbones ) y el archiduque Carlos de Austria.
En
1700 Carlos II, rey de España, muere sin descendencia y en su
testamento nombra heredero al trono a Felipe de Anjou, nieto de Luis
XIV de Francia.
Con ello una España débil quedaba vinculada a la primera potencia,
Francia.
Sin
embargo, el archiduque Carlos de Austria no acepta el testamento y
reclama sus derechos al trono de España.
En
1701 Felipe de Anjou es proclamado rey de España sin renunciar a los
derechos al trono de Francia. Esto suponía un peligro para los
países europeos, porque cabía la posibilidad de la unión de
Francia y España bajo una misma corona.
Los
países europeos se dividen en dos corrientes:
Inglaterra,
Austria, Países Bajos, Prusia, Saboya, Portugal y la Corona de
Aragón, temerosos de la creación de un bloque franco-español,
apoyan al archiduque Carlos.
Francia
y Castilla apoyan a Felipe de Anjou.
Comienza
así, en 1701, la Guerra de Sucesión que fue un conflicto civil en
España (la Corona de Aragón apoya al archiduque Carlos pues les
respetaría su organización política descentralizada – sus fueros
- y un conflicto europeo o guerra internacional.
En
Europa no hubo un vencedor claro. En España fue favorable a Felipe
de Anjou, ya que en 1711 el Archiduque Carlos es elegido emperador
sin renunciar al trono de España. Esto planteaba una amenaza para
Europa: la recreación del antiguo bloque hispano-alemán de Carlos
V, por lo que Inglaterra presionó para que se firmara la paz.
La
paz de Utrecht (1713)
puso fin a la Guerra de Sucesión y
para España supusó la pérdida de todas sus posesiones en Europa,
Inglaterra fue la gran beneficiada ya que se la concedió
Gibraltar,
Menorca y los privilegios económicos del Navío de Permiso y el
Asiento de Negros en América.
Otras
concesiones:
A
favor de Austria:
Los Países Bajos (católicos), el Milanesado, Nápoles y Cerdeña.
A
favor de Saboya :
Sicilia. Posteriormente Austria y Saboya se intercambiaron Sicilia y
Cerdeña.
10.2.
LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII: CAMBIO DINÁSTICO. LOS PRIMEROS BORBÓNES.
LOS
PRIMEROS BORBONES
Desde
la perspectiva
de la política interna española, la
Guerra de Sucesión supuso ya el fortalecimiento
de la monarquía absoluta.
La
nueva dinastía reinante en España era francesa, así como los
miembros del Gobierno que asesoraron a Felipe V durante la guerra.
Como consecuencia, en España se impuso el modelo del absolutismo
francés.
FELIPE
V (1700-1746)
al
principio, empleó validos extranjeros ; tras sus fracasos en la
política exterior los sustituyó por una burocracia
española absolutista y reformista, que,
a su vez, formaron la primera generación de funcionarios
reformistas. En
política interior crea
las secretarias de Estado, precedente de los actuales ministerios e
impone a Aragón los Decretos de Nueva Planta.
En
política
económica pone
en marcha las primeras manufacturas reales. En política
exterior se
alinea con Francia tras la firma de los primeros Pactos de Familia en
1733 y 1743. Por el Tratado de Viena de 1738, Felipe V obtiene
Nápoles y Sicilia para su hijo el infante don Carlos, futuro Carlos
III.
FERNANDO
VI (1746-1759)
tras
la muerte de Felipe V, su hijo y sucesor tampoco intervino en el
Gobierno, sino que dejó actuar a la siguiente generación de
funcionarios reformistas y absolutistas: donde destaca sobretodo, el
marqués de la Ensenada, el político español más importante de la
primera mitad del siglo XVIII.
En
política económica destaca
su proyecto de Catastro de Ensenada: objetivo: sustituir los
impuestos existentes por una única contribución proporcional a la
riqueza . La oposición de los privilegiados , por temor a perder sus
ventajas fiscales, hizo fracasar el proyecto. (solo se aplicó en
Cataluña.). En política
cultural se
fundó la Academia de Bellas Artes de San Fernando (1752).
En
política exterior:
neutralidad frente a Francia e Inglaterra.
Concordato en 1753.
Estos
políticos ilustrados procedían, por lo general, de la baja nobleza
y dependían totalmente del favor del monarca y de sus partidarios en
la corte. Sus
reformas tuvieron como finalidad:
1.
Consolidar el poder absoluto de la monarquía a través de una
política centralizadora.
2.
El control de la Iglesia y el intervensionismo en la economía.
10.3.
LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII: REFORMAS EN LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO.
LA MONARQUÍA
CENTRALISTA.
La
dinastía de los Borbones, con Felipe V (1700-1746), primer rey de la
misma, introduce nuevas fórmulas políticas e institucionales junto
a importantes reformas respecto a la monarquía anterior de los
Austrias.
La
monarquía absoluta :
Los
Borbones desarrollaron un proceso de fortalecimiento de la monarquía
(absoluta y centralizada). Creían en el origen divino del poder. El
rey debe concentrar todos los poderes del Estado (ejecutivo, judicial
y legislativo). El rey no debe dar cuentas de sus actos. Felipe V se
titula, por primera vez, rey de España . Se introduce la ley sálica.
(exclusión de las mujeres del poder). Centralización del Estado.
(monarquía centralizada)
La
Corona de Aragón (que apoyó al Archiduque Carlos) perdió sus
instituciones propias (fueros y privilegios), mediante los Decretos
de Nueva Planta.
Navarra y las provincias vascas, fieles al rey, mantuvieron sus
fueros. El Gobierno se centralizó extendiéndose las leyes de
Castilla (el reino más extenso y poblado). Las
Cortes de Castilla se convirtieron en Cortes de España, al enviar
alli sus diputados las cortes de Aragón. Pero las Cortes pierden
atribuciones en una monarquía absoluta, se reúnen solo a petición
del monarca para jurar al heredero.
La
administración central
Fue
reorganizada. Se sustituyeron los Consejos, a excepción del de
Castilla, por Secretarias de Despacho (futuros ministerios) :
Hacienda, Marina, Guerra, Justicia, Indias y Estado (política
exterior).Los ministros o secretarios eran nombrados por el rey,
ejercían el gobierno por delegación suya. Fueron los artífices de
las reformas emprendidas en este siglo.
Administración
provincial
Se
consiguió mediante la división del territorio español en
provincias,
(se eliminan los virreinatos en la península, pero se mantienen en
América. Esta división provincial es la base de la actual), cuyo
gobierno recaía en un capitán general-que
sustituye a los antiguos virreyes- (autoridad
política , militar y judicial),
una Audiencia (tribunal de justicia, presidida por el capitán
general) y
un intendente
(nuevos
funcionarios de inspiración francesa, con amplios poderes que
controlaban y vigilaban a las autoridades locales así como los
intereses de la monarquía y
el desarrollo económico y social de las provincias, recaudaban
impuestos y llevaban la dinamización económica del país). Para el
gobierno de las principales ciudades se generalizó la institución
castellana de los corregidores. El rey siempre imponía las normas a
seguir.
Reforma
de la Hacienda
Aunque
con oposición de los estamentos privilegiados. Se creó un fondo
común que reunía los fondos del Estado, era dirigido por el
Ministro de Hacienda. Fue Ensenada quién elaboró un catastro para
inventariar las propiedades y riquezas del país (así cada español
pagaría a Hacienda según su riqueza se aplicó solo en Cataluña).
10.4.
LA PRÁCTICA DEL DESPOTISMO ILUSTRADO : CARLOS III.
Carlos
III (1759-1788) accedió al trono español al morir su hermanastro
Fernando VI sin descendencia directa. El monarca ya había gobernado
en el reino de Nápoles (1734-1759) y había entrado en contacto con
las ideas ilustradas.
El
despotismo ilustrado une la monarquía absoluta a los principios de
la Ilustración. Supone un compromiso entre tradición y reforma. El
rey es depositario exclusivo del poder, pero debe ejercerlo en
beneficio de sus súbditos. Lema
del despotismo ilustrado:
“Todo para el pueblo pero sin el pueblo”.
Para
llevar adelante su programa Carlos III contó con una serie de
ministros y colaboradores españoles : Campomanes, Floridablanca,
Aranda. Junto a ellos otros ilustrados como Olavide, Cabarrús,
Jovellanos.
Algunas
de las medidas ilustradas de Carlos III (1759-1788) fueron:
- Mejoras para favorecer la comunicación y el comercio, por ejemplo acabó el monopolio de Sevilla para comerciar con América, cualquier ciudad portuaria española pudo hacerlo.
- Ayudas al desarrollo de la industria privada (textil castellana y catalana ) y pública. (las manufacturas reales, para suministrar artículos de lujo a los palacios con tapices, vidrios, porcelanas, etc.)
- Moderación de la política impositiva, con el objetivo de fomentar la producción y limitar el gasto público. Se creó el Banco de San Carlos, precedente del Banco de España.
- Se protegieron las Sociedades Económicas de Amigos del País. cuya finalidad era difundir las nuevas ideas y conocimientos científicos y técnicos de la Ilustración.
- Se impulsó la obligatoriedad y la gratuidad de la educación primaria, y se crearon las escuelas de artes y oficios (enseñanza gratuita, obligatoria hasta una determinada edad y a cargo del Estado.)
- Como consecuencia de la fisiocracia (teoría que valoraba la agricultura frente al comercio e industria) se empieza a atacar el mayorazgo y la concentración de la propiedad; se dan las primeras desamortizaciones. Se aumentaron las superficies de cultivo con la Colonización de Sierra Morena.(Ley Agraria de Campomanes y Expediente sobre la Ley Agraria : Jovellanos ).El problema de la tierra en España sería causa de muchos y muy graves problemas posteriormente.
- Medidas de saneamiento y orden público: tomadas por el ministro Esquilache: limpieza urbana, alcantarillado, empedrado, alumbrado y prohibición de los juegos de azar y del uso de armas, así como de utilizar sombreros chambergos y capas largas.
La
nobleza por tanto se subordina a la monarquía; no pierde su poder
económico aunque perjudicados junto al clero pues veían cómo las
reformas ilustradas reducían su poder e influencia, es por lo que
provocaron un gran revuelta popular en Madrid y provincias, el
llamado Motín
de Esquilache.
(1766). Las relaciones con la Iglesia son tensas por la política
regalista de la Corona. Una consecuencia de ello será la expulsión
de los Jesuitas (1776)
por
oponerse a las reformas y el cuarto voto de obediencia al Papa.
10.5
LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII : EVOLUCIÓN DE LA POLÍTICA EXTERIOR EN
EUROPA.
La
política exterior de los Borbones se basó :
1.
En
la alianza y amistad
con Francia 2.
En
la constante rivalidad
con Inglaterra (que
deseaba controlar América)
Felipe
V (1700-1746) :
No aceptará de buen grado las pérdidas españolas en el tratado de
Utrecht-Rastadt e, impulsado por su segunda esposa Isabel de
Farnesio, intentará recuperar la influencia en Italia. Para ello
buscará la alianza con Francia (Pactos
de Familia
–firmará los dos primeros) e intervendrá en varias guerras
europeas, mediante las que conseguirá el reino de Nápoles para su
hijo Carlos (futuro Carlos III) en 1734 y los ducados de Parma,
Plasencia y Guastalla para el infante Felipe.
Fernando
VI (1746-1759) : Su
reinado supuso una época
de neutralidad en
política exterior.
Triunfaron las ideas pacifistas. Neutralidad no significaba
debilidad. Fernando VI construyó una poderosa flota de guerra
(conjuntamente con el ejército) para proteger los intereses
españoles en América, cuya administración se mejoró, lo mismo que
las comunicaciones. También se dedicó a la recuperación interna de
España. Dirigió la política exterior , el
Marqués de la Ensenada
(francófilo) y don José
de Carvajal y Láncaster
(partidario de la alianza inglesa) ambas tendencias se neutralizaron.
Carlos
III (1759-1788) :
La
alianza con Francia y la rivalidad con Inglaterra dominan su reinado.
Firma
el tercer pacto de Familia con Francia para
participar
en la guerra
de los Siete Años (1756-1763),
para
proteger los intereses españoles en América contra Inglaterra y
Portugal.
La
paz de París (1763) supuso para España la pérdida de la península
de La Florida y la colonia de Sacramento
y
para Francia la de todos sus territorios en América. (y
en) La
guerra de independencia de los USA,
en ambas España tiene como aliado a Francia contra Inglaterra. Por
la paz de París (1783) España
recupera La Florida, Menorca , pero no así Gibraltar.
Carlos
IV (1788-1808)
: Llega al trono un año después de estallar la revolución
francesa. Su reinado se caracteriza por las dudas y vacilaciones,
sobre todo en política exterior.
Abandonó
los asuntos de Estado en manos del ambicioso Manuel
Godoy.
Tras ser decapitado
Luis XVI, su
primo, rompe el pacto con la Francia revolucionaria y junto a
Inglaterra y otros países europeos participa en la guerra de La
Convención (1793-95).
Por la Paz de Basilea los franceses abandonan España y ésta cede a
Francia la parte oriental de Santo Domingo (hoy Haití).
Posteriormente,
la eterna rivalidad con Inglaterra, obliga a Godoy, a rehacer la
alianza con el Directorio (etapa moderada de la revolución) y
posteriormente con Napoleón
(Tratado
de San Ildefonso 1796 ).
Esta
alianza conduce a la derrota
de
la armada hispano francesa en Trafalgar-1805-
frente
a la británica, y permite la entrada y ocupación de España por las
tropas napoleónicas en 1808
bajo pretexto de ocupar Portugal.
(tratado de Fontainebleau 1807 ).
10.6.
LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII: LA POLÍTICA BORBÓNICA EN AMÉRICA.
A
principios del siglo XVIII, después de haber perdido sus posesiones
europeas – según el Tratado de Utrecht -, España concentró todos
sus esfuerzos en el control territorial de América, que le permitía
aumentar el comercio para regenerar la economía.
El
principal obstáculo
para
el desarrollo del comercio y las manufacturas españolas era
Inglaterra,
por
dos motivos: su expansionismo en América, que amenazaba la
integridad del Imperio y el Navío de Permiso, que encubría un
aumento del contrabando comercial.
Para
hacer frente a este problema, los Borbones tomaron las siguientes
medidas:
Creación
de una marina comercial y de guerra. Firma con Francia de los Pactos
de Familia.
Establecimiento de la libertad comercial, que permitía comerciar con
América a cualquier
español
desde cualquier puerto – Decreto de libre comercio - , 1765. Como
consecuencia, América atravesó un período
de prosperidad,
que
se relejó en varios aspectos:
- Espectacular crecimiento de la población , que pasó de 11 a 16 millones de habitantes.
- Incremento del tráfico mercantil con España: importación de manufacturas y exportación de materias primas – solo disminuyó la llegada de metales preciosos por el agotamiento de las minas.
- Desarrollo intelectual – creación de universidades , viajes científicos.
Sin
embargo, a finales
de siglo XVIII nos encontramos con un periodo
de crisis por
las siguientes causas:
- Hundimiento del comercio con América debido a la incapacidad de España para abastecer a este continente: primero por el bloqueo de Inglaterra a causa de la alianza de España con la Francia de Napoleón y, después, por la invasión francesa y la Guerra de la Independencia.
- Insatisfacción de los criollos con la política de los Borbones por :
- Mantenimiento del monopolio comercial: tenían que vender sus materias primas a España a bajo precio, comprándole las manufacturas a un alto coste y no podían desarrollar las suyas propias.
- Incremento del control del gobierno colonial: la Corona limitó al autonomía e influencia política de los criollos nombrando directamente los altos cargos y creando nuevas intendencias – Caracas, Río de la Plata, Perú, México.
Otras
novedades introducidas por los Borbones:
Consejo
de Indias pierde competencias a favor de la Secretaría de Indias.
Casa de la Contratación se disuelve desaparecido el monopolio
comercial. Nuevos virreinatos (Nueva Granada y Río de la Plata).
Creación de un ejército regular americano.
Creación
de los visitadores (inspectores reales ) y los juicios de residencia.
Creación
de compañías privilegiadas comerciales y monopolísticas: Compañía
Guipuzcoana de Caracas (monopolio de comercio en Venezuela )
10.7
LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
Hasta
fines del siglo XVII la religión había sido la base del
pensamiento; se imponen en el siglo XVIII el
racionalismo (Descartes)
y
el método científico (Newton)
como teorías predominantes: los fundamentos de la Ilustración,
filosofía que se desarrolla durante el siglo XVIII, llamado también
siglo de las “luces o de la razón”. Las
ideas principales de la Ilustración son
las siguientes:
- La razón es la base del conocimiento.
- El hombre debe aspirar a la felicidad, que se alcanza por le bienestar material y la libertad.
- La sociedad debe encaminarse hacia el progreso indefinido, fruto de la educación y el desarrollo económico.
- El pensamiento ilustrado se manifiesta en teorías económicas y políticas.
La
Ilustración en España
La
introducción y difusión de las nuevas ideas ilustradas en España
fue lenta y difícil. La ausencia de amplios grupos burgueses, el
anquilosamiento y conservadurismo de los medios intelectuales
universitarios y el enorme peso de la Iglesia obstaculizaron la
difusión hasta la segunda mitad del siglo XVIII. A partir de
1750-1760 surgió un generación de pensadores (Jovellanos, Olavide,
Campomanes, etc.), no formaban un grupo homogéneo, pero coincidían
en el interés por la ciencia, el espíritu crítico y la idea de
progreso.
Aunque con varios decenios de retraso respecto a algunos países
europeos, en esencia se expandieron los mismos principios y se
intentaron parecidas reformas.
Las
ideas de la Ilustración calaron en una minoría de intelectuales
españoles pertenecientes a la baja nobleza y a la burguesía. El
principal obstáculo a su difusión fue el fanatismo religioso y el
temor a la Inquisición. La
preocupación básica de los ilustrados era encontrar
soluciones a la decadencia española. Para ello propugnaban:
- Una reforma del sistema educativo, defendiendo la necesidad de una enseñanza útil y práctica, primando el estudio de las ciencias; así como una educación obligatoria para todos los niveles, común a los dos sexos, y relacionada con el extranjero. Era la educación un objetivo prioritario
- Una modernización de la economía. Preocupación básica. Todos ellos eran conscientes del atraso del país, y de que en gran parte provenía de la gran cantidad de tierras amortizadas en manos de la nobleza y el clero, así como del desconocimiento de las nuevas técnicas e inventos, aplicados ya en Inglaterra y en Holanda para desarrollar la industria. Carlos III impulsó las Sociedades Económicas de Amigos del País. cuya finalidad era difundir las nuevas ideas y conocimientos científicos y técnicos de la Ilustración.
- Se impulsaron, bajo patronato real, las expediciones científicas y la creación de Academias – de la Lengua, de la Historia, de Bellas Artes.
- La prensa, que nació en el siglo XVIII (El Pensador), y las tertulias de salón donde se reunían las personas cultas y en las que intercambiaban experiencias y noticias
Los
ilustrados llegaron al poder en el reinado de Fernando VI y Carlos
III y desplegaron una amplia política reformista. Constituían una
minoría dentro del panorama español, pero de gran influencia y
poder, destacando entre ellos el padre Feijoo, el padre Flórez y los
políticos Campomanes, Floridablanca, Jovellanos, Olavide, Aranda. El
naturalista Celestino Mutis, el químico Antonio Ulloa, el literato
Leandro Fernández de Moratín.