5.1
. Los reinos cristianos en la baja edad media: organización política
e
instituciones
en el reino de Castilla y en la Corona de Aragón.
Castilla
y Aragón tuvieron modelos de monarquía
diferentes.
Castilla
era una monarquía unitaria en la que el rey mantenía la autoridad
debido al
escaso
poder de las Cortes, que era una institución meramente consultiva, y
la aceptación del origen divino de la autoridad. El rey se apoyaba
más en el Consejo Real otra institución consultiva pero en la cual
no había representantes de las ciudades, solamente nobles y
eclesiásticos.
La
Monarquía aragonesa tenía un carácter más feudal que en Castilla,
aunque el monarca tenía los tres poderes, los reyes tenían la
necesidad de llegar a acuerdos con la nobleza y burguesía. Además,
se trataba de una confederación de Estados (Reino de Aragón,
Cataluña, Mallorca y Valencia) y cada reino tenía sus propias
Cortes, entre sus funciones estaba la de votar los impuestos, en
Cataluña y Valencia para vigilar lo que se acordaba en las Cortes,
se creó la Generalitat. En cada Estado el rey tenia un
lugarteniente. (Virrey).
En
cuanto a la justicia
también había ciertas diferencias.
En
Castilla estaban las Audiencias o Chancillerías a cuya cabeza
estaba el Rey.
En
Aragón cabe destacar la figura de “el Justicia de Aragón” o
defensor del pueblo, el cual defendía los derechos de los ciudadanos
frente al rey.
Finalmente
destacar la figura del Corregidor en Castilla, el cual, solía ser un
noble que representaba al poder real en las ciudades, en cambio en
Aragón el gobierno de las ciudades solía estar más en manos de
acaudalados comerciantes.
5.2.Los
reinos cristianos en la baja edad media: crisis demográficas,
económica y política.
Durante
la segunda mitad del siglo XIV la Corona de Aragón y Castilla sufren
sendas crisis que pueden explicarse por diferentes razones:
Razones
demográficas.
Las epidemias de Peste Negra de 1348, 1363 y 1371, afectaron
duramente a una población, mal alimentada debido a las malas
cosechas, guerras civiles, revueltas sociales, etc. La consecuencia
fue de un descenso de un 40% en la población en Aragón y de un 25%
en Castilla.
Crisis
económica y social. Las
malas cosechas y la crisis agraria agravó la conflictividad
antiseñorial
– revueltas irmandiñas y de payeses remença – urbana –
conflicto entre la Biga (grandes comerciantes) y la Busca (pequeños
comerciantes) en Barcelona o los asaltos a las juderías (pogromos).
En Castilla el antisemitismo fue especialmente virulento porque
Enrique de Trastámara utilizó la propaganda antisemítica para
destronar a su hermanastro. (Pedro I de Castilla)
Crisis
políticas. En
Castilla se desencadenaron guerras civiles por el intento de
fortalecimiento
del poder real, que encontró la oposición de la nobleza y del
clero. En
1369
la guerra entre Pedro I y su hermanastro Enrique II llevó al trono
castellano a la
dinastía
Trastámara que, años después, por el Compromiso de Caspe de 1412,
reinaría
también
en Aragón.
Entre
1462 y 1472 hubo una guerra civil catalana que enfrentó al rey Juan
II de
Aragón
y a las instituciones : Generalitat y Consejo de Ciento.
Por
otra parte, Castilla (con Francia) y Aragón (con Inglaterra)
participaron en la Guerra de los Cien Años, de la cual, salió
beneficiada Castilla.
5.3. Los
reinos cristianos en la baja edad media: La expansión de la Corona
de Aragón en el Mediterráneo.
Desde
el siglo XIII, Aragón se lanza a la creación de un imperio
territorial y económico, que inició Pedro III con la conquista de
Sicilia, en 1282. Jaime II anexionó los ducados de Atenas y
Neopatria, en 1311, debido a que unos mercenarios catalanes y
aragoneses (almogávares) fueron contratados por el emperador
bizantino para luchar contra los turcos, pero al ser asesinado su
capitán, decidieron actuar por su cuenta. Saquearon varias islas
griegas y controlaron los dos ducados, poniéndolos bajo la soberanía
de la Corona aragonesa, poco después en 1324 se anexionó Cerdeña.
Por último, Alfonso V conquistó Nápoles en 1443, aunque ya por esas
fechas los Ducados de Atenas y Neopatria ya estaban perdidos.
La
expansión favoreció a la burguesía catalana, que llegó a entablar
una dura competencia con las repúblicas mercantiles italianas:
Venecia, Génova y Pisa. Se exportaban hierro y tejidos y se
importaban cereales, pieles y especias. Los territorios mediterráneos
no quedaron bajo el control directo del monarca, sino indirectamente
a través de príncipes pertenecientes a la familia real. El
mantenimiento de estas conquistas obligó a los monarcas aragoneses a
pedir apoyo continuo a la nobleza, al clero y a las ciudades,
situación que las clases privilegiadas aprovecharon para sentar las
bases de un control del poder monárquico, el pactismo.
La
caída de del Imperio Bizantino (1453) y el avance turco aceleraron
la decadencia del
comercio
Mediterráneo, al mismo tiempo que surgían las rutas atlánticas.
5.4.
Los reinos cristianos en la baja edad media: las rutas atlánticas
(castellanos y
portugueses). Las islas Canarias.
Desde
principios del siglo XV la ruta para llegar a las Indias estaba
controlada por los turcos
del Mediterráneo oriental. Con el objeto
de hacerse con el comercio de las especias, Castilla y
Portugal, las
principales potencias marítimas de la época, organizaron
expediciones para
encontrar una ruta hacia las Indias
circunnavegando África.
Castilla
La
corona castellana inició su expansión, al igual que Portugal, por
la costa atlántica de
África,
comenzando con la ocupación de las islas Canarias. La conquista del
archipiélago fue
lenta por la falta de recursos económicos y la
resistencia de los indígenas. En una primera fase,
a principios del
siglo XV, fueron ocupadas las islas de Lanzarote, Fuerteventura y
Hierro. La
conquista, previa autorización y bandera de la Corona de
Castilla, fue realizada por mercenarios
normandos al mando de
Bethencourt. Por este mismo procedimiento nobles castellanos
conquistaron la isla de La Gomera en 1450.
A
mediados de siglo surgieron disputas coloniales entre castellanos y
portugueses, que se
resolvieron en 1479 en el Tratado de Alcáçobas,
por el que se reconocía la soberanía de
Castilla sobre las islas
Canarias. Finalmente, las tropas castellanas conquistaron Gran
Canaria en 1483 y Tenerife en 1496.
Portugal
Una
vez terminada la conquista de los territorios musulmanes en la
Península Ibérica, los
portugueses comenzaron las grandes
navegaciones por la costa atlántica de África. Las
expediciones
contaron con el apoyo de los reyes: el príncipe Enrique el Navegante
dirigía la
Escuela de Navegación de Sagres, en la que reunió a
numerosos eruditos, navegantes y
cosmógrafos. Los descubrimientos
y conquistas se sucedieron a lo largo del siglo XV:
La primera
conquista fue la de Ceuta (1405), a la que siguieron las islas
Madeira y Azores y la
costa africana hasta el cabo Bojador, en el
Sahara Occidental.
En
1460 los portugueses llegaron al golfo de Guinea, en cuya costa se
concentró el comercio
de oro y esclavos. En 1488 Bartolomé Días
llegó al cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África. Con
ello quedaba abierto el camino para que Vasco de Gama, en 1497,
llegara al océano Índico y Las Indias (tierra de las especias)
6.1.
Unión dinástica: integración de las coronas de Castilla y de
Aragón.
El
matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón posibilitó la
unión de ambas
coronas
en una misma dinastía. Sin embargo hay que tener presente que el
modelo
adoptado
fue el de la Corona de Aragón: cada corona mantenía sus
instituciones, su
sistema
monetario y sus normas jurídicas. A pesar de ello, si que se produjo
una unidad
de
acción en política exterior: la defensa de los intereses de la
corona de Aragón en el
Mediterráneo.
Los
inicios del reinado fueron difíciles, ya que se produjo una guerra
civil en Castilla
por
la sucesión al trono tras la muerte de Enrique IV. Aunque el rey
tenía una hija, en la
corte
se consideraba que esta era ilegítima y éste llegó a transigir en
la cuestión
sucesoria,
pues firmó con su hermana Isabel el Pacto de los Toros de Guisando
(1468),
por el que reconocía a Isabel como su heredera con la condición de
que no se
casara
sin su consentimiento. Isabel se casó con Fernando en secreto, lo
que hizo
reconsiderar
a Enrique IV su postura, nombrando a Juana la Beltraneja su heredera.
A la
muerte
del rey se desencadenó la guerra civil en la que se enfrentan:
• Por
un lado Isabel apoyada por un sector de la nobleza, las ciudades y
Aragón.
• Por
otro Juana la Beltraneja apoyada por parte de la nobleza y Portugal.
El
triunfo correspondió a Isabel, ya que tras la batalla de Toro se
firmó la paz con
Portugal:
Tratado de Alcaçobas (1479) que reconocía a Isabel como reina de
Castilla, a
cambio
de que esta no interviniese en el África atlántica con la excepción
de las
Canarias.
El
centro de la monarquía basculó enseguida hacia Castilla, ya que era
un territorio
más
extenso, poblado y dinámico económicamente. Además era un
territorio más unido
que
la Corona de Aragón formada por cuatro reinos distintos y mostraba
menor
oposición
al intervencionismo real.
5.2.
La conquista del reino Nazarí
y la incorporación de Navarra:
Tras
la victoria en la guerra civil se reanuda la guerra con el reino
Nazarí de Granada.
La
guerra fue larga: en 1487 se conquistó Málaga y en 1489 la
localidad de Baza. Para
conquistar
Granada se construyó la fortaleza de Santa Fe y se entablaron
negociaciones
con
Boabdil. Finalmente a comienzos de 1492 se conquistó Granada
poniendo fin a esa
empresa
multisecular que fue la Reconquista.
Con
el fin de la guerra se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe: los
granadinos
conservan
su religión, su libertad, propiedades, armas y derecho tradicional.
Sin
embargo,
la tolerancia duró poco, ya que en 1499 el cardenal Cisneros acabó
con ella, a
la
vez que se implantaba la Inquisición. Los musulmanes (mudejares) se
sublevaron, fueron sofocados y obligados a elegir entre conversión o
exilio. Los
conversos
serán llamados moriscos.
Navarra
fue incorporada al Reino de Castilla en 1512. Fernando el Católico,
regente
de Castilla, no aceptaba el matrimonio entre la hija del rey de
Francia y el
heredero
del reino de Navarra. Fernando temía la intervención de Francia al
sur de los
Pirineos.
Bajo el pretexto de una supuesta conspiración de Navarra y Francia
contra
Castilla,
entró en Pamplona en 1512. En 1517, en las Cortes de Burgos,
Fernando,
aunque
en plano de igualdad y conservando sus fueros e instituciones,
anexionó el
reino
de Navarra a Castilla.
5.3.
La proyección atlántica: la
integración de Canarias:
El
Tratado de Alcaçovas (1479) supuso la renuncia de Castilla a toda
expansión
por
África occidental con la excepción de Canarias. Estas islas estaban
habitadas por
nativos
(guanches en Tenerife). Hasta entonces la conquista y colonización
había sido obra de iniciativas particulares, que habían conquistado
desde 1402 las islas de Fuerteventura, Lanzarote, el Hierro y La
Gomera. No obstante, los RRCC organizaron la empresa sobre bases
diferentes:
-
Confirmaron los señoríos particulares, bajo soberanía real, en las
islas
menores
ya conquistadas.
-
Ordenaron la conquista de La Palma, Gran canaria y Tenerife
(1483-1496)
Las
formas de colonización y conquista castellanas de las Canarias
sirvieron de
modelo
para las que iban a desarrollarse en América, y a partir de 1492 el
tráfico hacia América se desarrolló de forma muy notable ya que el
archipiélago, por su situación estratégica, era una plataforma
ideal para viajar al nuevo continente.
Para
asegurar las relaciones diplomáticas con Portugal,
los Reyes Católicos pactaron el matrimonio de
su hija Isabel con el heredero de la corona portuguesa - príncipe
Alfonso-. La temprana muerte de este se resolvió con un segundo
enlace de la viuda con el rey portugués Manuel I el Afortunado. De
esta unión nació el infante don Miguel, que murió con dos años y
que, de sobrevivir, hubiera reunido las coronas de Portugal, Castilla
y Aragón. Tras el fallecimiento de Isabel, se mantuvo la alianza,
con un segundo matrimonio de Manuel el Afortunado con María, otra
hija de los Reyes Católicos.
El
descubrimiento de América reabrió el conflicto con Portugal por la
navegación atlántica, conflicto que fue resuelto definitivamente en
1494 mediante el Tratado de Tordesillas.
Por el que la línea divisoria Este – Oeste, se traslada 370 leguas
al oeste de Cabo Verde. La consecuencia importante de este tratado es
que Portugal se aseguraba así la costa occidental de Brasil.
5.4.
La organización del Estado. La Monarquía Autoritaria.
Las
reformas que los RRCC introducen en sus territorios tienden a la
centralización y
al
reforzamiento del poder real. Este proceso va a tener más
importancia en Castilla, ya
que
en la Corona de Aragón continúa vigente el pactismo medieval:
En
Castilla:
• Se
limitó el poder de la nobleza apartándola de los cargos superiores
de la administración.
•En
1476 se creó la Santa Hermandad para luchar con los bandidos de los
caminos.
•Se
reorganizaron las finanzas: la percepción de los impuestos se hizo
más
eficaz
(la alcabala era el impuesto más importante), lo que permitió
prescindir
más de la Cortes.
• Se
generalizó el régimen de corregidores, delegados de los reyes en
las
ciudades
de Castilla.
• Fernando
el Católico se hizo nombrar maestre de las órdenes militares
(Santiago,
Calatrava y Alcántara), que pasaron de esta manera a estar
controladas
por la corona, incluidos sus enormes recursos económicos.
•
El Consejo
Real dejó de ser consultivo para ser de gobierno y se crearon
consejos especializados (Aragón, Castilla, Hacienda, Indias,
Inquisición, Órdenes Militares).
• Reforma
de la Iglesia: Los RRCC obtuvieron del Papa el derecho regio de
presentación
de obispos a las sedes vacantes: reafirmación del regalismo y
subordinación
de la Iglesia al poder del rey.
Por
otro lado, la reforma de las órdenes religiosas fue obra del
cardenal
Cisneros.
Estas habían caído en la relajación más absoluta y se les obligó
a
seguir
la regla, especialmente a franciscanos, con todo rigor.
En
la Corona de Aragón:
La
creación del Consejo de Aragón, el cargo de Virrey y la Inquisición
tendía también,
junto
con la pacificación del campo y la ciudad de Barcelona, a fortalecer
el poder real.
A
pesar de todo, el proceso fue menos importante que en Castilla:
• los
RRCC respetaron e incluso confirmaron los privilegios y fueros de los
4
reinos;
nombraron varios virreyes para que los representaran en algunos
reinos
durante su ausencia.
• Se
resuelve el conflicto de los remensas mediante la Sentencia Arbitral
de
Guadalupe
de 1486, que suprimía los malos usos y establecía contratos
enfiteuticos
en el campo catalán.
• Impusieron
el sistema de insaculación o sorteo para elegir los principales
cargos
de la ciudad de Barcelona.
6.5.
Los Reyes Católicos : la proyección exterior. Política italiana y
norteafricana.
El
creciente poder de la monarquía hispánica provocó la reacción de
Francia. Los Reyes Católicos respondieron con acciones militares y
con una política de acercamiento hacia los rivales de Francia, como
Inglaterra (casaron a su hija catalina con el príncipe-heredero de
Inglaterra), el Sacro-Imperio (casaron a sus hijos Juan y Juana con
los hijos de Maximiliano de Austria, Margarita y Felipe el Hermoso) y
Portugal (casaron a su hija Maria con Manuel el Afortunado).
Francia
y la monarquía hispánica se enfrentan en la península itálica por
el control del
Reino
de Nápoles.
Francia invade Nápoles en 1494 y Gonzalo Fernández de
Córdoba (el Gran Capitán), obliga al ejército francés a
retirarse.
En
1499 Luis XII de Francia se anexiona el Milanesado (conquistado
posteriormente
por
Carlos V) e invade Nápoles y nuevamente en 1503, el Gran Capitán
derrota al
ejército
francés.
El
enfrentamiento entre Francia y la monarquía hispánica termina con
la anexión del
Milanesado
por Francia y la integración del reino de Nápoles y la
reincorporación del
Rosellón
y la Cerdaña a la Corona de Aragón
En
cuanto a la política norteafricana, los Reyes Católicos entendían
que la mejor solución para evitar el ataque de los
turcos
y de los berberiscos a las costas españolas era la ocupación de las
plazas del norte
de África. Así, entre1497 y 1510, fueron ocupadas
las ciudades de Melilla, Orán, Bugía
y Trípoli. Ceuta era
portuguesa y por futuros acuerdos quedaría en manos españolas.