miércoles, 3 de junio de 2015

Sabiduría grecorromana (Citas célebres)

SOCRATES (Filósofo griego)

“La mentira gana bazas, pero la verdad gana el juego”

“La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia.”

“El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores hombres.”

PLATÓN (Filósofo griego)

“La buena fe es el fundamento de toda sociedad, la perfidia y la traición es la peste.”

ARISTÓTELES (Filósofo griego)

“La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.”

“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.”

“Demasiado poco valor es cobardía y demasiado valor es temeridad.”

HIPÓCRATES (Médico griego)
“Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina.”

CICERÓN (Filósofo romano)
“La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.”
“Los hombres son como los vinos: la edad agria los malos y mejora los buenos.”


SÉNECA (Filósofo romano)

“No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea.”

DIÓGENES DE SINOPE (Filósofo griego)
“El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.”

Buscó el mismísimo Alejandro Magno a Diógenes, de enorme fama, del cual se reían por su rechazo a vida material alguna. Cuando le encontró desnudo y tumbado a orillas de un río, Alejandro Magno a lomos de su enorme caballo, le hizo la siguiente proposición: 
"Tú, Diógenes el Cínico, pídeme cualquier cosa, ya sean riquezas o monumentos, y yo te lo concederé".
A lo que Diógenes contestó: "Apártate, que me tapas el sol".
Aquellos que iban con Alejandro Magno empezaron a reírse de Diógenes y a decirle que cómo no se daba cuenta de quién estaba delante de él. Alejandro hizo acallar las voces burlonas cuando dijo que "si no fuera Alejandro quisiera ser Diógenes".




Pasó un ministro del emperador y le dijo a Diógenes:"¡Ay, Diógenes! Si aprendieras a ser más sumiso y a adular más al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas."
Diógenes contestó: "Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador"

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